Bloqueo en 9 provincias

Varias de las principales carreteras del país fueron bloqueadas y revivió la imagen de anteriores momentos tensos.

La medida de fuerza fue promovida por el Consorcio Nacional de Gobiernos Provinciales (Congacopare). El apelar a estas acciones es inaceptable, ya que los primeros afectados son los pobladores de las zonas a las que las autoridades dicen servir y en cuyo nombre articulan esta forma de protesta.

Además el perjuicio a los pequeños, medianos y grandes productores es enorme; una paralización puede acarrear pérdidas millonarias en una economía en contracción y en crisis como consecuencia de las malas políticas económicas arrastradas desde la década pasada. El peso de todo lo cargan, finalmente, los más pobres.
Solicitar recursos, promover diálogos y gestiones políticas es una camino aceptable y necesario cuando se vive en democracia. Hacerlo por la fuerza no conduce a nada positivo.

La movilización, más allá de legítimas peticiones y aspiraciones, esconde intereses, quizás entrelazados con el anhelo de las autoridades locales de concentrar competencias, recursos y poder. La intención política puede ser legítima, más cuando se plantea un cambio en la organización político-administrativa respecto del ámbito de acción de las autoridades.

Los sectores organizados tienen el derecho de demandar acciones y plantear cambios, pero jamás de conculcar derechos a otros ecuatorianos.

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