ARGENTINA Y LA REFORMA JUDICIAL

El Senado argentino empezó a conocer ayer una reforma a la justicia propuesta por el gobierno populista de Cristina Fernández de Kirchner, que consta de seis proyectos de ley y que deberán tratar ambas cámaras legislativas. Los ensayos de profundizar el control de la justicia -parecidos al modelo de concentración de poder aplicado en nuestras latitudes- podrían modificar la normativa vigente.

La oposición considera que ese intento sería inconstitucional. Surgen necesarios paralelismos en estilos de gobierno con varias similitudes.

Si aquí la 'metida de manos a la justicia' llegó por la vía de la consulta popular, en Argentina se intenta pasarla por reformas legales en el proceso legislativo donde el oficialismo ejerce cómodas mayorías.

La selección de jueces por concurso, como en la letra de la ley ocurre en Ecuador, es uno de los puntos propuestos por el Gobierno del Frente para la Victoria. Talvez los legisladores argentinos deban estudiar el caso ecuatoriano donde el proceso fue observado por el juez Baltasar Garzón y su aplicación no gozó del prestigio ni de la debida independencia. Otro tema delicado es el de la temporalidad de las medidas cautelares (aquí se llama acción de protección).

Además luce demagógica la designación de magistrados a través del voto popular, lo que puede liquidar la independencia e instaurar la incidencia político-electoral en las altas cortes argentinas.

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