El Aeropuerto Mariscal Sucre cumplió un año en Tababela en una explanada al oriente de Quito. Las instalaciones que se planificaron y construyeron en más de una década albergaron 6 000 000 de pasajeros en el primer año de operaciones.
La construcción inicial, empero, empezó a ampliarse ya que la planificación contemplaba una demanda creciente de usuarios que quedó desfasada por los constantes atrasos que sufrieron tanto la edificación de la obra como el inicio de las operaciones.
Ahora se amplían nuevos espacios para los pasajeros y mostradores; además, ya concluyeron varias de las grandes instalaciones para la carga. Mientras tanto, se abrieron almacenes, bancos y varios locales de restauración que le dan un movimiento comercial dinámico.
Pero el cuello de botella, que no impactó en la operación pero causa molestias, fue el de las vías. La avenida Interoceánica sufre congestión extrema. Por allí va el tráfico a Cumbayá, Tumbaco, Puembo, Pifo, Yaruquí, Checa, El Quinche y a la Amazonía.
Ahora en algo alivia la primera fase de la Ruta Viva, cuya operación se completará con el segundo tramo y los dos nuevos puentes en construcción sobre los ríos San Pedro y Chiche.
Desde el sur y el norte del país se accede a Tababela por la E35, cuya ampliación es responsabilidad del Ministerio de Transporte y Obras Públicas. En julio se entregará la vía Collas, en el norte de Quito, que aliviará en algo el tránsito que por ahora experimenta gran congestión. Son obras que ya no se pueden aplazar.