Alto el fuego en Ucrania

Cuatro líderes políticos consiguieron un alto el fuego que debe empezar hoy y que pudiera ser una puerta para un fin a la guerra.

Ucrania ha vivido un año de guerra entre fuerzas que buscan destinos distintos. La ex-República soviética tiene un Gobierno que fue elegido en las urnas tras fuertes protestas populares. En ese contexto llegó la crisis de Crimea, donde una consulta popular desmembró esa península para volver a la égida de Rusia.
Ucrania tiene además grupos armados de rebeldes en pro de la anexión a Rusia.

Otro contexto digno de señalar es el afán de las autoridades ucranianas de ser parte de la Unión Europea. Esa idea desató la reacción de Rusia y su máximo dirigente, Vladimir Putin, movilizó tropas a la frontera.

Sus críticos dicen que alienta a los rebeldes prorrusos que luchan contra el Gobierno ucraniano legalmente constituido y que afronta la guerra civil.

Rusia no quiere saber nada de una alianza ucraniana-europea por razones de geopolítica, acaso por un afán hegemónico en la región y también por las reservas de alimentos que posee Ucrania.

En tales circunstancias, el escenario aparentemente neutral de Minsk, en Bielorrusia, acogió a los mandatarios ruso y ucraniano y a los líderes significativos de Europa, el Presidente francés y la Canciller alemana, para lograr el alto el fuego. En cuarto separado estuvieron los rebeldes prorrusos.

El alto el fuego puede romperse, pero se espera buena voluntad y compromiso serio para alcanzar una paz definitiva.

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