Alemania,que fue la mejor selección de la fase de grupos, los octavos, cuartos y semifinales, se coronó campeón por cuarta vez.
Un gran Mundial y una gran final, que se decidió por Alemania ante un equipo argentino que nunca bajó los brazos.
Los especialistas dicen que las oportunidades son calvas y la delantera alemana las supo aprovechar, a diferencia de las que desperdiciaron los artilleros de Argentina. El Mundial tuvo grandes partidos, maravillosos equipos, arqueros de calidad superlativa y figuras brillantes. Un goleador como James Rodríguez, de Colombia, y la lucha de su equipo como la de otras selecciones latinoamericanas como Argentina, Costa Rica y Chile quedaron tan alto como bajo fue el vacío del conjunto local.
Como muestra de la importancia de la comunicación en las épocas contemporáneas, la política siempre roza la popularidad del fútbol y deja resquicios de figuración para líderes como las de Alemania o Brasil.
La Presidenta anfitriona tiene una difícil campaña para la reelección de octubre. El Mundial y el resultado deportivo de Brasil pueden pasar factura en las tensiones sociales, la rendición de cuentas por los altos gastos de infraestructura y las denuncias del derroche. Todo cabe después de la fiesta mundialista y también la urgencia de mayor transparencia y de recambio en la dirigencia del fútbol.
Más allá de esas consideraciones, deportivamente Alemania es la gran ganadora de un Mundial que deja recuerdos imborrables. ¡Salud campeón!