El jueves 21 de noviembre se cierran las inscripciones de candidatos a alcaldes, prefectos y demás dignidades. La gran fuerza del movimiento oficial, Alianza País, movilizó a 11 000 candidatos hasta Cuenca, en un acto masivo sin precedentes en estas instancias, que muestra la consolidación de un proyecto político sin mayores alternativas ni oposición vigorosa.
Alianza País y su estrategia de aliados o partidos satélites ha sido lo suficientemente sistemática para no dejar fisuras allá donde su fortaleza ha parecido disminuida.
Mientras tanto, en el ámbito de la oposición dispersa por liderazgos, factores ideológicos y hasta personalismos que se reproducen en todo el espectro de la política nacional, la sola presentación de candidaturas y formulación de acuerdos ha sido difícil, si no imposible.
Así, frente a la fuerza hegemónica habrá candidaturas sueltas que además tendrán que luchar contra la gigante maquinaria de la propaganda oficial y la permisividad de las autoridades electorales.
Dichas autoridades ahora están preocupadas por el poco entusiasmo de participación política y flexibilizan las normas de inscripción. Se dan cuenta, acaso, que una elección sin contendientes no es lo más deseable.
Una señal precedida de una atípica visita: la del Presidente del CNE a Cuba para a conocer el sistema electoral de un país donde la oposición no tiene espacio ni libertad de expresarse desde 1959.