AHORA, EL ACOSADO ES RAJOY

Mariano Rajoy pedía de manera insistente la dimisión de José Luis Rodríguez Zapatero. Es una práctica habitual en la monarquía parlamentaria que vive España, donde el jefe del Gobierno sufre la crítica y el acoso constante en el Congreso de los diputados, especialmente del jefe de la bancada de la oposición.

Hoy como ayer las críticas cunden. Pero ocurre que hoy quien las soporta es el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, del Partido Popular, la derecha española. Y quien las profiere es Alfredo Pérez Rubalcaba, del Partido Socialista Obrero Español, jefe de la oposición, quien perdió las elecciones con Rajoy y es coideario de Zapatero.

Desde la frase repetida de “marchesé, señor González (Felipe)” de José María Aznar hace dos décadas hasta la reflexión de Pérez Rubalcaba, que señala que “tiene razón Rajoy cuando dice que España necesita estabilidad y fortaleza para salir de la crisis y que para hacer eso hace falta un gobierno fuerte y confiable, y el gobierno ha dejado de serlo”. A Rajoy le estalló en las manos la crisis que sume a España en el desempleo y la indignación. Miles de compatriotas nuestros protestan con angustia.

Hoy, Rajoy es sospechoso de haberse beneficiado de “sueldos extras” de la empresa privada mientras estaba en funciones públicas. Si se comprueba lo de las cuentas de Luis Bárcenas, ex tesorero del Partido Popular y los sobres con dinero a los dirigentes, Rajoy debiera dimitir.

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