Algo anda mal. El número de agresiones a agentes de la Policía y miembros de las distintas divisiones que tienen tareas atinentes al tránsito es abultado, como distintas son las causas referidas.
Un total de 6 425 denuncias presentadas dan cuenta de esta situación crítica, apenas evidenciada a raíz de dos videos que recorrieron las redes sociales y algunos medios, cuando dos jueces fueron grabados en actitud agresiva y hasta insultante con los agentes del orden.
Si bien el problema es generalizado, Guayas es la provincia que más casos de agresiones registra: 581 en el 2015 y 404 en lo que va de este año.
Aparece luego la provincia de Manabí, con 347 y 321 registros. Luego está Pichincha, con 266 y 236 denuncias en los años aludidos. Esmeraldas, El Oro y Los Ríos siguen en la lista. Como se ve, ejercer de policía o de agente de tránsito es una tarea que está expuesta a una serie de avatares, no solamente por razones de seguridad sino por una mala actitud de parte de la gente. Este comportamiento, sin lugar a dudas, es reprochable.
Si los abusos de autoridad, las actitudes hostiles y poco honestas tantas veces han sido criticadas y si el tema del respeto a los DD.HH. es una tarea pendiente, tampoco debe ser aceptable que en la sociedad se presente este tipo de acciones.
Policías y agentes tienen una tarea que cumplir que les manda la ley. Hacer prevalecer el uniforme, respetando a la vez a las personas, es tan imperativo como que la gente los respete y apoye su gestión.