El largo proceso de refinanciamiento del aeropuerto de Quito en Tababela parece tomar pista definitiva. Ahora hay que esperar que la Contraloría General haga su revisión y ponga el visto bueno final.
Desde la aprobación del Swiss Challenge a la Alianza Estratégica ha corrido mucho tiempo y las observaciones al proyecto interpuestas por la nueva administración municipal forzaron una renegociación. Esta ha implicado un freno a los desembolsos económicos, que volverán a despegar cuando se cumpla la revisión del ente que debe cuidar el buen uso del dinero público.
Una vez que se emita el respectivo informe de la Contraloría, que al decir del titular llevará entre 30 y 40 días, se reanudarán los desembolsos y la velocidad de la obra física retomará el ritmo normal, para concluir con una cuarta parte de la obra física aún faltante.
Los trabajos, según palabras del vicealcalde Jorge Albán, se van reanudando, pero la llegada de dinero es primordial. El Banco Interamericano de Desarrollo, de acuerdo con declaraciones públicas, tiene listos 75 millones de dólares para entregarlos de forma paulatina. La banca que financia el proyecto deberá retirar las demandas internacionales interpuestas ante el Ciadi, cuando se detuvo el proceso, para lo cual el contrato firmado debe concretarse y las revisiones deberán ponerse al día.
Mientras tanto, los estudios y la obra física de la vía de acceso norte (Collas-Guayllabamba) deben adelantarse sin rémora y paralelamente trabajar en las otras rutas alternativas que alivien el tránsito al valle de Tumbaco y conecten el nuevo aeropuerto con las zonas centro y sur de Quito.
La renegociación es una buena noticia y la reanudación de las obras debe iniciarse sin más demoras por el bien de la ciudad. Quito espera y demanda su nuevo aeropuerto.