Al cierre del año 2015, Tame mantenía una deuda acumulada con Petroecuador de USD 50 millones en combustibles.
El dato proporcionado a la prensa por el ministro de Hidrocarburos, en Esmeraldas, es uno más de los tantos que abruman a la empresa estatal.
Transportes Aéreos Militares Ecuatorianos (Tame) empezó a volar en 1962. Su objetivo fue, desde el principio, servir a destinos en donde otras líneas aéreas comerciales no lo hacían por motivos de sustento económico.
Durante años varias de las rutas que operaba la empresa, dependiente de la Fuerza Aérea Ecuatoriana, eran deficitarias, es decir tenían un subsidio.
Más adelante, el plan de negocios de Tame amplió los vuelos a destinos diversos en el mundo como Colombia (vuelos fronterizos) Cuba, a aún Argentina o Brasil ( Sao Paulo).
La medida de dejar de volar a varios de los sitios operados, los cambios de su mando ejecutivo y la posibilidad de replantearse una re ingeniería empresarial llegan ahora a la línea aérea.
Cabe decir que en tiempos de las dificultades que vive el país las operaciones internas se dificultan y alguna de las rutas internacionales han probado ser deficitarias.
Reducir la flota y deshacerse de parte del equipo que fue incrementándose en los últimos años parece ser buen consejo en esta hora austera. El dato de una deuda grande con Petroecuador en combustibles completa una foto de una situación difícil.