ACUERDO DE PAZ, EFECTO POSITIVO

Es largo y complejo el camino de la paz en Colombia, pero la puerta abierta es una oportunidad que la sociedad colombiana no puede perderse y bien valen todos los esfuerzos por transitarlo.

Para el Ecuador, los beneficios del acuerdo pueden ser fecundos. Esa incidencia se celebraría especialmente en la frontera norte. Una larga línea de centenas de kilómetros en tres regiones naturales separa a Colombia de Ecuador.

El territorio escarpado y la selva espesa, dificultan las tareas de control. Tampoco el equipamiento de las Fuerzas Armadas es suficiente para la detección de infiltraciones de patrullas clandestinas pequeñas.

La influencia de distintos grupos irregulares es innegable. Hay zonas controladas por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) al que se atribuye la mayoría de plagios (o secuestros como se los conoce en el argot popular). 7 concretamente a ciudadanos ecuatorianos en los últimos 14 años.

El acuerdo que plantea el Gobierno colombiano es con las FARC. Las FARC son la fuerza más antigua, pero su cúpula política y militar está desmantelada y sus operaciones guerrilleras y terroristas han bajado de intensidad aunque se estima que tienen 8 000 hombres armados. Ocupan vastos territorios cerca de la frontera con Ecuador, e incluso han penetrado en nuestro país (para muestra el campamento de Angostura donde murió alias ‘Raúl Reyes’).

Abastecimiento logístico, armas, alimentos y hasta tratamientos médicos se realizan en Ecuador lo que pone en serio peligro la seguridad de nuestras zonas fronterizas.

Un acuerdo de paz traería tranquilidad a lo largo de nuestra frontera norte y repercutiría en el declive de actividades delictivas de impactos negativos en nuestro país.

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