Los datos han sido reiterados y dolorosos. Una de las causas de muerte en el Ecuador es el accidente de tránsito.
Muchos de esos accidentes registran a autobuses de cooperativas legales. En cada siniestro hay varios muertos, heridos y algunas personas lesionadas de por vida.
Pese a los datos oficiales, pocas son las cooperativas que reciben sanciones.
Algunas se clausuran por días y vuelven a operar, independientemente del grado de responsabilidad hallado.
En el último año, conforme a la información que publicó ayer EL COMERCIO, fueron suspendidas solo 7 de 55.
En 2015, los buses urbanos e interprovinciales causaron 3 436 accidentes.
Los gremios de choferes se muestran molestos por las sanciones.
La norma del Código Orgánico Integral Penal juzga a los conductores y manda sanciones administrativas a las cooperativas. Muchos conductores fugan y pocas son las cooperativas que reciben sanción, aunque solo sea un cierre temporal.
Según la organización Justicia Vial, las sanciones no han generado precedentes. A ninguna empresa sancionada o involucrada en accidentes se le ha revocado el permiso de operación.
Pero hay un tema del que siempre debemos ocuparnos.
La formación de los choferes profesionales se ha flexibilizado. Muchos de los accidentes ocurren por imprudencia, impericia o fallas técnicas. A las dos primeras causas obedece la conciencia y la formación de los conductores.