Luego del cierre positivo de la negociación con la Unión Europea hay que empeñarse en renovar las preferencias.
Diversos sectores productivos y expertos del sector saludaron el fin de las negociaciones para alcanzar hasta el 2016 un acuerdo comercial con la Unión Europea.
La oportunidad que se abre para el país puede incrementar en poco tiempo los niveles de las exportaciones. Es deseable que se diversifiquen nuevos rubros para atender la inmensa demanda de uno de los mercados mundiales más grandes.
Mientras el proceso de apertura comercial se cuaja, en alrededor de dos años de ratificación del acuerdo, el país debe prepararse. Hace falta mejorar la calidad de los productos, contar con adecuados flujos y solventar los volúmenes de producción. El mercado es exigente.
Muchas empresas pueden acrecentar sus plantillas de trabajadores y con ello el crecimiento de la mano de obra puede ampliar los beneficios de carácter social que conllevan este tipo de acuerdos.
Las autoridades no pierden de vista que mientras el acuerdo se ratifica es indispensable adelantar todas las gestiones para que las preferencias arancelarias, de las que gozaremos hasta el mes de diciembre, se extiendan.
Los productos ecuatorianos no pueden perder su competitividad frente a aquellos de otros países de la región que han firmado acuerdos con antelación.
Agosto es un mes perdido por el verano, pero quedan cuatro meses más.
Mauro Mariani, jefe de la Sección Política de la Unión Europea en Ecuador, dijo en entrevista con nuestro semanario Líderes que hay que armar bien la propuesta. Esa es la tarea inmediata.