¿Ecuatorianos estigmatizados?

Ecuador, orgullosa y utópicamente, decidió en la Constitución de Montecristi proclamar los principios de la ciudadanía universal y de la libre movilidad humana. Loable pero al mismo tiempo ingenua ilusión que la realidad y la torpeza de su política exterior por casi diez años de gobierno de AP han llevado a una estigmatizante situación a los ecuatorianos que viajan al exterior.

En un reciente estudio realizado con el auspicio de la IATA, nuestro país aparece en el puesto 16 de 19 países de América Latina –cuartos por la cola- cuyo pasaporte permite el ingreso al mayor número de países. Chile encabeza la lista con 155 estados que no exigen a los chilenos visados para ingresar en su territorio. Le siguen Brasil, Argentina y México. Los ecuatorianos podemos ingresar sin visa solamente a 81 países. Otros como Uruguay a 137, Costa Rica a 131 y Panamá a 127.

Según responsables del estudio, publicado en marzo de 2016, los principales criterios que los estados receptores aplican al momento de exonerar el visado a un pasaporte extranjero son: “la situación internacional del país y sus relaciones con otros países”; las “las consideraciones de seguridad, normativas y económicas” del país emisor del pasaporte y el nivel de las relaciones diplomáticas y comerciales bilaterales entre los estados. Parece que no las cumplimos a cabalidad.

Ha transcurrido casi una década del gobierno de Alianza País y los ecuatorianos solamente podemos ingresar sin visa a un 40% de los casi 200 países considerados por el estudio, que son prácticamente todos los que existen. La cruda verdad es que en este lapso no hemos sabido generar confianza y amistad para que más países nos reciban sin condicionamientos.

Y ahora, después de que se ha firmado el TLC con la UE, una de las preguntas de los ecuatorianos es: ¿Ya no necesitamos visa para visitar la Unión Europea como otros países que lo han hecho? La respuesta es no. Tendrá que pasar mucho tiempo, hacerse gestiones y generar esa confianza que aún no hemos conseguido. El visado y, en general, los temas migratorios no son parte del tratado. Habrá que hacer amigos, generar crédito y dejar de ser un país innecesariamente conflictivo.

En Europa de muy poco ha servido la política exterior inútilmente confrontacional con países tradicionalmente amigos. Recuérdese los torpes incidentes que en dos ocasiones creamos con parlamentarios alemanes al impedirles visitar el Ecuador. Acordar alianzas infructuosas con países descalificados, de los cuales no hemos obtenido ningún beneficio, también ha llevado a que se nos impongan condiciones para el ingreso.

Los ecuatorianos estamos estigmatizados en buena medida como resultado de una política exterior errática y poco constructiva.

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