Todo le sale bien

Se podría creer que todo va mal en nuestro país; tenemos dos vicepresidentes, uno titular pero sin funciones y otra con funciones pero solo encargada; el vicepresidente está con prisión preventiva pero no quiere renunciar; el partido de gobierno rechaza un juicio político al Vicepresidente y prefiere ponerle en manos de la justicia donde metió la mano el ex Presidente. En caso de que le pasara algo al Presidente, ¿quién asumiría el cargo? ¿El titular o la encargada? Dejémoslo allí para evitar los nervios. Parecería que todo va mal, pero no.

Al presidente Lenín Moreno, todo le sale bien. Ha logrado ampliar su base política más allá de su propio partido que se muestra dividido entre audaces y timoratos; audaces los que se atreven a criticar y hasta insultar a su Presidente y timoratos los que mantienen una ficticia unidad del bloque y no se atreven a expresar públicamente el apoyo al Presidente que eligieron.

Ha derrotado políticamente al poderoso y temerario exPresidente y lo jubilará definitivamente cuando gane la consulta popular.

Ha logrado archivar el tema de la economía hasta alcanzar el control político completo y nadie le presiona, todos se muestran dispuestos a darle el tiempo que considere necesario. La corrupción que ahoga a su partido político y reclama víctimas, no le toca al Presidente. Todo le sale bien.

Las dos preguntas indispensables en la consulta popular son la que obtendrá la eliminación de la reelección indefinida que arrancará lágrimas, cuando se apruebe, a la cofradía correísta y le librará al país del peligro populista y la pregunta que permitirá romper los lazos que pretendían maniatar su mandato con funcionarios elegidos por el quinto poder, usurpador de la representación popular.

Las otras preguntas conquistan electores que aseguren la victoria. La pregunta sobre el Yasuní conquistará a los jóvenes y los ecologistas; la pregunta sobre la explotación minera conquistará a los indígenas y ambientalistas; la pregunta sobre crímenes contra la niñez conquistará a las madres. Hay dos preguntas adicionales que ya probaron la capacidad de movilización de los ecuatorianos, la pregunta sobre la Ley de Plusvalía y la pregunta sobre el castigo a la corrupción.

Dos temas que hubieran conquistado importantes apoyos y han quedado fuera de la consulta son el relativo a la libertad de expresión, la Ley de Comunicación y los tribunales especiales para los medios y los periodistas, y el tema de la Seguridad Social que sigue en manos de los viejos funcionarios que aceptaron la reducción del 40% de las pensiones jubilares; metieron las manos en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social para borrar la deuda de salud (lo que todavía espera la sanción de la Contraloría); pasaron ilegalmente los recursos del Fondo de Pensiones al Fondo de Salud y empezaron a utilizar los ahorros del BIESS para tapar el déficit en salud y pensiones.

lecheverria@elcomercio.org

Suplementos digitales