Yo estoy convencido que el mundo necesita izquierda, no poca, una buena dosis permanente de izquierda. No se puede dejar que los mercados y el capital hagan lo que les dé la gana; so pena de que se cueza otra crisis mundial como la financiera-económica del 2008 iniciada con la caída del banco Lehman Brothers. Los Estados deben intervenir priorizando otros valores – como la justicia económica, la estabilidad, la preservación del medio ambiente, la dignidad de las clases desfavorecidas… – sobre la simple generación desenfrenada de riqueza.
Aún más en Ecuador, tengo la certeza que este país necesita izquierda. No solo que la disparidad entre ricos y pobres es demasiado grande (incluso en términos regionales); sino que las propias clases bajas en el Ecuador siguen enfrentando condiciones de miseria insoportables. La pobreza no puede/debe implicar una vida que desconozca la salud o educación, y sin oportunidades de asenso social.
Izquierda entonces, ¿pero cuál? ¿Izquierda marxista? ¿Izquierda maoista? ¿Trotskista o leninista? ¿O una de estas nuevas demo-dictaduras como la de Putin? ¿O un folclore más cercano como el Chavismo o el Madurismo? ¿Socialismo del siglo XXI?
No… lejos de esos ejemplos, necesitamos democracia, lo que necesitamos ahora es Izquierda Democrática. A la par que el aseguramiento de mínimos de dignidad, ecologismo, bienestar, necesitamos una formación que crea intensamente en los ideales democráticos y que proteja las instituciones democráticas.
Justicia social con libertad, con separación de poderes, con libertad de expresión, con justicia en los procesos electorales, con un estricto respeto a las leyes y a la constitución, etc.
En Finlandia, Francia, Suecia, sobran ejemplos donde la socialdemocracia ha generado el mayor nivel de bienestar jamás visto en la historia. Esos no son sueños lejanos, realidades alternas, dimensiones distintas; para alcanzarlo solo basta calibrar bien los valores de solidaridad, progresismo y justicia de la izquierda con la institucionalidad, legalidad y transparencia democráticas.
¡Vuelve la Izquierda Democrática! No es un rumor, es una realidad palpable. Tan palpable como que este sábado 16 de mayo se inicia el proceso de afiliaciones en la histórica sede en Quito para luego recorrer las distintas ciudades del país.
Independientemente del posicionamiento político, cualquier ciudadano demócrata celebrará este retorno. Sabiendo que es fundamental contar con la presencia de un partido que encarne la centro-izquierda en el debate político.
La ID volverá renovada, habiendo aprendido de viejos errores, lista para defender la democracia. Dispuesta a demostrar que izquierda y populismo no son sinónimos, y que se puede combinar fraternidad con legalidad. ¡Vuelve la Izquierda Democrática!