El presidente Lenín Moreno tiene bien merecida la benevolente comprensión ciudadana a su gestión. El cambio de actitud ha sido más que formal y ha permitido el reencuentro de un pueblo que nunca se acostumbró a la confrontación política permanente y siempre tuvo confianza en el equilibrio de las instituciones estatales. El reconocimiento; sin embargo, aunque no aparezca necesario aclararlo, no es una carta abierta ni un cheque en blanco. En consecuencia, el país respecto a la gestión de asuntos prioritarios no puede estar pendiente hasta el 4 de febrero. Diariamente hay urgencias de fondo que no están condicionadas a la decisión popular de los próximos comicios.
En primer lugar, es muy difícil mantener incólume el frente exterior del país en las actuales circunstancias. Corresponde exclusivamente al presidente como representante del pueblo, pero en un sistema democrático, la opinión pública algunas veces tiene el peso de una gran mayoría. Puede considerar que la conducción exterior es correcta, pero está obligado a evaluar, por canales paralelos, nuestra posición internacional, principalmente en los casos Assange y Venezuela. Debe comprender el Mandatario que está en juego más que la imagen de gobierno, la de Estado y de país. Lástima que no exista en esta materia ninguna pregunta en la Consulta.
En otro tema existe plena conciencia sobre la cuestionada política de endeudamiento externo. El pueblo está informado de la quiebra fiscal, el dispendio y la corrupción, pero no entiende que los mismos procedimientos se sigan repitiendo como receta de vieja botica. Además, existe el peligro de que los mismos cirujanos sean los que elaboren el ajuste. Se necesita una explicación coherente y seria –no del mismo personaje que lideró el endeudamiento en el gobierno anterior- para comprender y asimilar las medidas que deban aplicarse.
Finalmente, se reconoce el mérito de haber escogido las profesionales competentes en el área de las finanzas públicas para examinar los enredos de la contratación pública que entregaron con la trasmisión del mando. Pero en el camino ha surgido un preocupante asunto y hay que aprovechar el concurso cívico de los altos profesionales. En algunas declaraciones públicas y salvo un mal entendido, se continúa hablando de la construcción de la Refinería del Pacífico. La Comisión en referencia profesionales pudiera ser el vehículo para que el pueblo conozca el estado jurídico de esa macro obra que nació bajo la protección y promoción de dos enloquecidos jefes de Estado. El problema consiste en que solo se conoce de los ingentes recursos causados por los movimientos de tierras en la costa manabita. Sin embargo, circulan versiones en el exterior sobre el destino de esa parte del territorio nacional.
El 4 de febrero (4-F) puede ser considerado el día de la gran higiene nacional después de la pavorosa década pasada. Sin embargo, el aseo de las manos debe ser diario, incluso antes del 4 de febrero del 2017.
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