Ecuador, China y cambio climático

Este año Perú será la sede de las negociaciones de cambio climático de las NN.UU. Después de dos décadas de poco progreso, todos los países han acordado en llegar a un nuevo tratado en el 2015.

Tácticas contraproducentes y anticuadas que definen las negociaciones como una lucha entre los países ricos y pobres han sido un gran obstáculo. Como resultado, otros países están promoviendo un nuevo enfoque en el cual todos los países actúan para reducir sus emisiones y juntos construir un futuro más limpio. Ecuador debe considerar tomar este camino ya que está acorde con sus intereses nacionales y que podría fomentar el progreso en el camino al 2015.

La vulnerabilidad climática de Ecuador ha sido mostrada por las inundaciones y sequías que han causado billones de dólares en pérdidas económicas. Ecuador ha tomado medidas impresionantes para enfrentar el cambio climático a través del Plan Socio Bosque y el Plan de Acción Climática de Quito.

Ecuador participa en las negociaciones climáticas con otros miembros de la Alba. Ecuador ha sido reconocido por sus propuestas innovadoras como la ya obsoleta Iniciativa Yasuní-ITT.

Ecuador y la Alba participan en el Grupo de Afinidad con China e India. Mientras toman una posición de principios contra el Norte global, esos países terminan sin querer apoyando a países ricos como EE.UU. o Japón, encausando retrasos en buscar mayor compromiso enfrentar el cambio climático.

Ecuador y China comparten una opinión sobre los derechos que tienen los países en vía de desarrollo para continuar su crecimiento económico y mantienen una interpretación anticuada de las negociaciones como una lucha entre los países del Norte y Sur. La alianza con China es preocupante ya que Ecuador es un país muy vulnerable a los impactos climáticos y China, el país con el mayor número de emisiones, se resiste a metas fuertes para la reducción de las mismas. Por lo tanto, un acuerdo climático débil estaría en contra de los intereses nacionales de Ecuador.

Esta alianza con China pone en riesgo el liderazgo de Ecuador en materia de cambio climático con tácticas obsoletas. Quito debe construir una alianza con aquellos países que tienen un enfoque más ambicioso como los miembros de la Alianza Independiente de Latinoamérica y el Caribe (Ailac).

Ecuador tiene una decisión que tomar. Se puede lamentar la obstinación de la comunidad internacional por no apoyar Yasuní-ITT y alinearse con posiciones contraproducentes o puede garantizar un referendo nacional sobre el Yasuní y promover sus propuestas con nuevas asociaciones progresistas.

Como un líder de la Alba confrontando el cambio climático, Ecuador puede ser un puente entre Alba y Ailac antes de la reunión en Perú y actuar como un jugador clave en el avance global hacia un nuevo tratado sobre el clima.

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