Inquietudes nacionales

1.- El precio del petróleo se ha estabilizado. ¿Qué implicaciones tiene sobre la estabilidad de la economía ecuatoriana?

Para ser más preciso, lo que ha sucedido es una recuperación prevista y limitada del precio. Hasta hace pocas semanas el WTI se cotizaba en 48 dólares el barril y en los últimos días lo hemos visto oscilando alrededor de los 60 dólares. ¿Es sostenible este nuevo nivel? No hay una respuesta contundente: Se encuentra dentro del rango de volatilidad considerado como posible, bajo las condiciones actuales de composición de la producción y la demanda mundial.

De mantenerse este nivel y no modificarse el factor de descuento con el cual se negocia el precio final de las exportaciones del crudo ecuatoriano, el deterioro de los ingresos provenientes de estas exportaciones sería menor. Podría representar una caída del 42% en lugar del 50% anteriormente calculado. Sin embargo, la pérdida continúa siendo significativa, aunque en algo alivia la brecha externa.

En el aspecto fiscal, pensado solo en términos del presupuesto central, el efecto seguramente es neutro. La recuperación de ingresos permitirá mejorar (aunque no solucionar) los flujos de pagos atrasados a las empresas petroleras privadas, así como restaurar en algo la caja de Petroecuador.

2.-¿Existen nuevos elementos que puedan modificar la perspectiva petrolera?

La evaluación del mercado sigue siendo la misma. Hay sobreoferta. La producción de esquistos apunta a ser la nueva bisagra de equilibrio en el mercado. Su contracción o aumento parece ser muy flexible e inmediata. El mundo empieza a entender las características de estas nuevas fuentes de explotación petrolera. El plan de autoabastecimiento energético de los EE.UU. continúa vigente. La potencial incorporación de Irán al mercado está por verse. Se anuncia que hay 141 000 millones de barriles de petróleo en reservorios de esquistos fuera de los EE.UU. México, Rusia, Irán y Oriente Medio aparecen en este nuevo mapa energético. ¿Será caro explotarlos? No lo sabemos. ¿Cuándo ocurrirá? Difícil precisarlo. Pero ahí están. Seguramente por esto la OPEP dice que el regreso a los precios de 100 dólares el barril tomará una década.

La recuperación de la economía mundial es desigual. EE.UU. sigue siendo el motor, mientras Europa y Japón batallan para mejorar los resultados de crecimiento. En ese sentido el fortalecimiento del dólar les ayuda, así como lo hace con los consumidores norteamericanos. Los países emergentes no ofrecen cambios en las perspectivas. Sus nuevas fronteras de expansión son más bajas.

3.-¿Qué opina sobre las reformas al Banco de Fomento y su problema permanente de falta de calidad de cartera?

De lo que se conoce por las informaciones de prensa, más allá de transferir la matriz a Quevedo, el esquema estratégico de negocios, en este caso de apoyo sectorial a estratos productivos de recursos limitados, es muy similar al actual BNF. El cambio me recuerda el nacimiento del BNF cuando sustituyó a los Bancos Provinciales y se potenciaron las expectativas de su papel en la construcción de una economía agrícola sólida y eficiente.
El punto neurálgico de su gestión descansa en el respeto de los principios que gobiernan una buena organización empresarial. No importa si es pública o privada. Definición clara de objetivos. Determinación precisa de responsabilidades. Fijación de normas para el manejo de riesgos. Creación de una organización eficiente, profesional, moral. Exclusión de todo mecanismo que politice las decisiones. Estabilidad, sobre bases de cumplimiento de objetivos del equipo técnico y administrativo. En fin, todo lo necesario para minimizar la apetencia de usarlo como arma política.

Como eso no creo posible conseguirlo, la propuesta si bien refresca la imagen de un gestor del desarrollo al reemplazar a uno quemado, difícilmente conseguirá lo buscado. Además, con el capital de 15 millones anunciado, que podría llevarle a tener activos por 11 veces, poco podrá hacer.

4.-¿Cómo debe afrontarse la renegociación del Metro de Quito?

Su construcción es un grave error del Municipio. No resuelve el problema del transporte. Ayuda muy poco. Estrangula las finanzas municipales. Y lo hace en un ambiente malo de perspectivas económicas del país, que sin duda afectarán las disponibilidades fiscales y municipales originales del proyecto.
Es posible que los oferentes ofrezcan soluciones al tema financiero, pero la historia mundial de los resultados finales de este tipo de proyectos es cruel. La mayoría de proyectos termina con costos sustantivamente superiores a los originales. En algunos casos superan el 50%.

5.- Otra vez se pudo colocar bonos del Estado. ¿A qué se debe que el Ecuador tenga que pagar tasas altas?

Las opciones de endeudamiento ya no son abundantes, ni baratas y la brecha es enorme. Hasta aquí los 800 millones del BID y dos emisiones de 750 millones es lo conseguido. Algo más llegó pero de valores reducidos. Falta mucho para cubrirla. ¡Y eso a pesar que dicen que se trata de un país poco endeudado! El costo es desproporcionado con la capacidad de pago del país. Tasas del 8,5% y peor del 10,5% son incompatibles con los indicadores de crecimiento.

Las razones son varias: en primer lugar, la declaratoria unilateral de deuda ilegítima, ilegal, cerró las posibilidades crediticias razonables de los mercados internacionales. Entró China, con créditos onerosos en intereses y garantías privilegiadas. Y eso lo hicieron, vaya contradicción, en la etapa dorada de abundancia de dinero proveniente de la eclosión de los mercados de energía y materias primas. Ahora, con los enormes déficits externos y fiscales, la situación es más dura. Se lo ve.

Por supuesto, si la política fiscal y de apoyo a la inversión privada habría tenido otro curso, el país no caía en esta situación de negociación tan débil y desequilibrada.

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