El proverbio es “a caballo regalado no se le mira el diente”. Significa que si algo es regalado no hay que expresar desagrado por lo que se recibe, porque es gratuito.
Pero, también surge la pregunta “¿..y si es para generar amarres o futuras dependencias?
La reflexión surge con motivo de la donación china de diez mil fusiles AK 47 (Avtomat Kaláshnikova 47) fusil de asalto soviético, de calibre 7,62 mm, diseñado por Mijaíl Kaláshnikov, combatiente ruso durante la Segunda Guerra Mundial. Son los fusiles más vendidos en el mundo, el arma de los ejércitos irregulares y guerrillas (en Estados Unidos hay una versión modificada que la compran civiles). También la tienen los ejércitos regulares de los países que fueron socialistas antes de la crisis de Europa del Este y los que siguen asumiendo serlo en Asia y en Africa. De lo que se conoce, en América Latina los tienen Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Los fusiles vinieron con carga de municiones, porque las de las armas de dotación que tiene el Ecuador son de diferentes calibre y dimensiones.
La donación llegó al mismo tiempo que donaciones solidarias para emergencias y como entregas siguientes a lo que se recibió de China después del sismo del 16 abril del 2016.
Se señala que esa entrega es parte de la asistencia militar de China del 2014 y que los fusiles son de sus “reservas estratégicas”, lo que llevaría a pensar que no vienen de las fábricas de China para el Ecuador, sino que ya estaban en sus “reservas”.
Si vale aclarar que la donación de los fusiles no es comparable con la de cuasi chatarra aérea que Venezuela donó al Ecuador el año 2009, seis aviones Mirage -50, supuestamente repotenciados el año 1995, que para nada sirven.
Pregunto: ¿El Ecuador va a ser introducido al mercado del AK 47?, ¿por lo tanto, sería dependiente de los suministros obligados a adquirir para la operatividad de ese armamento?
Por la Ley Orgánica de la Defensa Nacional, Arts. 15 y 16, es atribución privativa del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas “proponer las adquisiciones de material bélico (…) establecidas en los planes correspondientes”, aun cuando sea vía donaciones que podrían generar dependencia. ¿Se ha cumplido con este requisito de procedibilidad?
¿O el mando militar sólo debe someterse a negociaciones de la autoridad política?
Todo esto en el entorno de evidente relación conflictiva del gobernante y su Ministro de Defensa con parte del personal activo de las Fuerzas Armadas, por los temas de Los Samanes y la reforma propuesta al régimen de seguridad social de éstas, ni qué decir con el personal en servicio pasivo, con terminología que va desde frases picosas, hasta desplantes y expresiones de irrespeto, así como represalias vía consejos de disciplina.