Alfredo Vergara
En el mundo existen más de 90 países que han creado el ‘dinero electrónico’ como uno más de los instrumentos de pago usados para saldar las operaciones de compra y venta que diariamente realizan entre sí sus ciudadanos.
La primera versión de ‘dinero electrónico’ apareció en el año 2000 en Kenia, país ubicado en África, sobre la línea equinoccial ,y con costas en el Océano Índico.
La empresa que lo creó hoy es el principal líder a nivel regional de la telefonía móvil.
El innegable éxito que ese experimento ha alcanzado en estos primeros 17 años, se fundamenta en los dos servicios principales que ofrecía el proyecto: primero, brindar a más del 80 por ciento de los habitantes de Kenia ,que entonces no tenían acceso a la banca, la oportunidad de adquirir un servicio sustituto a un bajo costo; y, segundo, el de ofrecer un proceso operativo muy sencillo que puede ser manejado con base en simples mensajes de texto (SMS) desde un celular.
El segundo país pionero en la implementación de esa herramienta electrónica fue Japón; país que ofrece un escenario económico radicalmente opuesto al que presenta Kenia.
Sin embargo, asimismo a principios de este siglo, dos empresas japonesas operadoras de tarjetas de débito, también percibieron la necesidad de introducir un ‘monedero electrónico’ a fin de remplazar el incómodo uso de monedas o billetes para el pago del masivo y congestionado transporte urbano.
Hoy ese ‘monedero’ -en tarjeta o en móvil- es usado por 20 millones de japoneses.
El tercer país a mencionar, por ser nuestro vecino, es Perú; donde en el año 2013, se creó una ‘billetera electrónica’, en cuya operación hoy participan todos los bancos y entidades del sector financiero privado.
El principal objetivo de la ‘billetera -que funciona dentro de cualquier teléfono móvil- fue el de lograr la inclusión financiera de aquellos sectores que entonces no tenían acceso al sector bancario.
Este objetivo está siendo exitosamente logrado.
A pesar de que las economías de estos 3 países son muy distintas entre sí y de que los objetivos básicos de ese ‘dinero’, ‘monedero’ o ‘billetera’ también difieren, los tres países (y los otros 87 donde se puso en práctica, aquí no mencionadospor falta de espacio) tienen en común la aceptación de que de esa herramienta electrónica no constituye ningún dinero, sino solo un servicio o medio de pago y que, en consecuencia, su creación y manejo siempre ha correspondido a alguna entidad, compañía o empresa del sector privado, nunca a un Banco Central.
No obstante, parecería que en Ecuador unas pocas autoridades aún creen que ese simple medio de pago electrónico, constituye en realidad ‘dinero contante y sonante’ y que, por tanto, solo puede ser creado y operado bajo la égida del Banco Central del Ecuador.