Dignidad militar

Cuando en las sociedades se taponan los desfogues, se bloquean las válvulas de escape por el capricho e intolerancia del poder, se silencian las voces, se impide la libre expresión a la que tienen derecho, hay una olla de presión que puede estallar y que al parecer algunos quisieran irresponsablemente que eso ocurra, incluso desde el poder debido a la gravedad de la crisis económica a la que le han llevado al país.

El mal manejo -allí están los resultados tangibles de la crisis, el crecimiento del desempleo, la proliferación de reformas tributarias que aprueban y rectifican, que generan desconfianza e incertidumbre e impiden inversiones seguras- ha llevado a desafiar al sector militar, al que lo quieren silenciar e imponer un proyecto de reformas al sistema de seguridad social, en medio de serias preocupaciones en los cuarteles.

No se trata de irse contra el orden constituido pero, de acuerdo a la Constitución, tienen no solo el derecho sino la obligación de expresarse ante la Asamblea, que sería grave que apruebe sin procesar los planteamientos de los activos. Ya mucho han abusado al burlarse del resto de sectores con tantas leyes mal hechas que han impuesto y luego enmiendan. 
La Constitución, art. 159, establece que las FF.AA. y la Policía serán obedientes y no deliberantes y cumplirán su misión con sujeción al poder civil y a la Constitución.

Esto último es fundamental: les asigna deberes pero también derechos y no pueden ser indiferentes cuando hay problemas serios en lo económico y la seguridad social y eso afecta a miles de familias de los uniformados. El hecho de que sean no deliberantes no significa que no puedan expresar sus puntos de vista, dentro del órgano regular y con respeto a las jerarquías e ir a la Asamblea, como han ido cuando se han debatido temas de su incumbencia: el caso del proyecto de Código de Seguridad. 


Es verdad que los sistemas de seguridad social, militar, policial y peor de los civiles del IESS, tienen modelos insostenibles y no pueden seguir así. Tiene que haber cambios pero basado en informes técnicos y balances. La crisis viene desde antes pero este gobierno ha profundizado y le ha llevado al caos y futuro incierto con la metida de mano en recursos que son sagrados de sus afiliados y jubilados.

Más aún cuando dejó de pagar las deudas en salud y el aporte del 40 % para el fondo de pensiones jubilares y en el caso del ISSFA le debe más de 300 millones USD. 
¿Qué es eso de tratar de imponerles una especie de comisarios en los cuarteles? El Alto Mando Militar ha seguido el órgano regular y con respeto pero con mayor firmeza debe reivindicar la dignidad de la institución y de sus miembros. Debe hacer público el informe técnico sobre la pretendida reforma al seguro social para que el país conozca y saber qué hacen en la Asamblea. No jueguen con fuego ni provoquen más.

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