¡Estamos de aniversario! En el año 2000, el presidente Jamil Mahuad anunció e hizo efectiva la dolarización. ¿Qué ocurrió antes de ese año que pudo incidir o incidió para llegar a ese hecho? En nuestro Ecuador regía la Ley de Régimen Monetario y Banco del Estado; pero el Congreso Nacional, en reemplazo, emitió la Ley General del Sistema Financiero el 3 de mayo de 1994. Su presidente: el señor Samuel Belletini Zedeño.
En esa Ley, puesto que vivimos de novedades, regularon los límites de crédito y crearon los préstamos vinculados, con un límite del 50% del patrimonio técnico de los bancos; pero permitiendo que ese porcentaje lo extiendan hasta el 100% si los deudores daban garantías adecuadas.
Como todos recordarán, se produjo el fenómeno de créditos vinculados de algunos banqueros a compañías que resultaban precisamente vinculadas al banco prestamista y que, al vencimiento, no pagaron; y, al parecer, no los pagarán nunca. Escándalos van, escándalos vienen, juicios penales por doquier. Algunos bancos quebraron en seguidilla por no poder cobrar los créditos: Banco del Progreso, Banco de Préstamos, Banco del Azuay, Banco Finagro, Financorp, Solbanco, Banco Comercial de Manabí, Bancomex, etc.
Se cernía sobre América una grave crisis bancaria: en Bolivia, Chile, Venezuela, Argentina, México, Brasil, país al que la crisis le costó 14 000 millones de dólares. Pero también un banco extranjero – Nippon Crédit Bank- cerró tres sedes fuera de su país; mas su Gobierno acudió en ayuda pidiendo a 12 bancos japoneses y compañías aseguradoras comprar el 73% de las acciones para evitar la liquidación.
Los bancos ecuatorianos de hoy, que no quebraron en el año 2 000 y que están fuertes, reciben el impacto de regulaciones que vienen desde el Poder. Pero no hay atisbo alguno de crisis financiera por lo menos cercana, como tampoco hay peligro para la dolarización. Así sostienen economistas serios, bien informados y que no son parte de ninguna bandería política. La dolarización ha traído beneficios, ya que siendo moneda ajena no podemos imprimirla, como antes los billetes sucres para gastarlos al buen sabor y antojo de la gente del Poder.
No hay que olvidar, igual que en el pasado, la regla de que la quiebra de un banco grande provoca contagio, como ya sucedió antes del año 2 000 y que se conoce como “efecto dominó”.
¿Qué acontecerá con el Pacific National Bank, actuante en Miami? Su situación, por ejemplo, no puede traer confusión con Banco del Pacífico, actuante en Ecuador, ubicado éste entre los más solventes del país.
Los políticos tienen obligación de meditar con calma y cerebro y no con el hígado, pues ellos pasan y los perjudicados resultamos los habitantes del país. Las cuestiones económicas deben ser manejadas con serenidad y no al calor de pasiones, peor aún de tendencias radicales.