Ayer el presidente Moreno habrá revelado las preguntas de la consulta. Muy tarde para esta columna, escrita durante el fin de semana. Es el inicio de un período en que predominará la temática política, y que se extenderá hasta el día que votemos y se conozcan los resultados. Durará al menos el resto de 2017.
Como consecuencia, lo económico queda relegado. No es posible tomar decisiones económicas que afecten a algún u otro grupo, puesto que el resultado sería un voto adverso a lo recomendado por el Presidente.
La economía va mal. La reciente cifra de buen desempeño el segundo trimestre se basa en comparación con el flojísimo segundo trimestre de 2016 y la fuertísima expansión del gasto corriente en abril y mayo para incidir en los electores. El Banco Central proyecta el crecimiento de 2017 en 0,7%, la mitad del crecimiento de la población, y tercer año de la recesión heredada del presidente Correa.
Al ritmo de una muy gradual reducción del déficit, vía la menor inversión pública y contener la expansión del gasto corriente gubernamental, la economía continuará estancada los próximos tres años. Lo que sumando a los tres años que ya van, daría seis de recesión. Es quedarnos en la partida y ver como nuestros vecinos Colombia y Perú se distancian. Mal presagio para la generación que sale de la universidad en estos años. El presidente Moreno se corre el riesgo que cuando deje el poder, el PIB per cápita, en términos constantes, sea menor que cuando asumió el mandato. Todo esto, asumiendo que el gobierno continuará teniendo acceso al mercado internacional de capitales. La calificadora de riesgo Fitch estima que en 2018 necesitará USD 9 600 millones. Si el mercado considera que el gobierno hace esfuerzos por enderezar la situación fiscal, el Ecuador continuará recibiendo crédito. De lo contrario, hay el peligro que se cierre la llave y que la economía se contraiga severamente.
Lo hecho, hecho está, primó lo político sobre lo económico. Pero se debe ir preparando el equipo y programa económicos para arremeter con fuerza después de la consulta.
Mientras tanto, debe propenderse a mejorar el clima de negocios, y crear empleo. Dar facilidades a la inversión en sectores que generen divisas, o que las ahorren. Hay un desconcierto en agentes económicos, que contrastan las excelentes señales que da el Presidente en sus declaraciones públicas, con la falta acciones concretas.
Hoy el Presidente tiene en sus manos un documento valiosísimo, preparado por el Consejo Consultivo, donde bajo la batuta de la Ministra de Industrias, el sector público y los diversos estamentos privados, grandes, medianas y pequeñas empresas así como artesanos, acordaron las acciones para hacer arrancar la inversión privada. Hay que ponerlo en ejecución de manera inmediata.
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