El 1º de mayo celebró el mundo occidental el Día Internacional del Trabajo, en conmemoración al levantamiento popular encabezado por millares de obreros en la ciudad de Chicago-Estados Unidos, hace casi un siglo.
Venezuela, en el vertiginoso descenso a la pobreza que padece desde el gobierno populista de Hugo Chávez instalado pomposamente hace diecisiete años, ha encabezado el 2016 la tasa de desempleo con el 21.2%; porcentaje muy distante del Brasil ,el país gigante de América Latina, que pasó al 7.4% el 2015, según datos publicados por el FMI(Fondo Monetario Internacional).
Esta realidad de ausencia creciente de fuentes de trabajo abre el camino doloroso de la migración que es la fuente generosa de problemas sociales, a partir de la ruptura conyugal como vida necesaria compartida entre hombre y mujer, que saca del hogar al padre de familia hacia otras ciudades o países, abriendo cauces para que surjan sentimientos conflictivos, a partir del encuentro de otras alternativas afectivas, porque así es la convivencia social.
La Organización Internacional del Trabajo-(OIT), con sede en Ginebra-Suiza, afirma que al 2017 habrá una incertidumbre mundial por la falta de empleos decentes; y que son Colombia, Argentina, Chile y Uruguay, los países con el más alto desempleo en América Latina.
En Ecuador, en marzo-2017, el desempleo se ubicó en 4.4%, porcentaje que deberá ser de cifra superior, pero que sí señala los linderos que conducen hacia la pobreza al situar el 57% de la población económicamente activa que gana menos del salario mínimo, mientras que el 38.5% tiene un empleo considerado adecuado con ingresos iguales o ligeramente superiores a USD 375 mensuales, monto que no ha variado en los tres años últimos y que se encuentra muy lejano del nivel para llevar una vida personal con dignidad; esto es, que ya con dos cargas familiares más, sería insuficiente. Mientras que Venezuela, país empobrecido al máximo, al 2016 registró 18.000 solicitudes de personas que pidieron asilo político en los Estados Unidos, puntualizando una cifra del 50% que escogió como residencia al Estado de la Florida y en concreto a la ciudad de Miami.
Al 2017, son Brasil y Venezuela los países del mayor desempleo en América Latina, a los cuales se suma Colombia con el 13%, mientras que Argentina, Chile y Uruguay exhiben una tasa del 6 al 9% según cifras de la OIT. En consecuencia, nuestra región que incluye al Caribe, ha rebasado el 30% de personas que han salido de sus países para vivir fuera, siendo este porcentaje una cifra alarmante porque está abriendo puertas y senderos para que transite la pobreza, y refleja en forma directa la ausencia de fuentes de trabajo en los medios nacionales.
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