Al margen de los cuestionamientos que afronta su sistema político, el capitalismo de Estado de China exhibe logros, que evidencian pragmatismo y, sobre todo, preparación, conocimiento y cero improvisación.
Entonces, la tercera visita a Latinoamérica que realiza en estos días el presidente chino, Xi Jinping -el segundo líder más poderoso del mundo-, debe ser vista como una nueva oportunidad para aprender y replicar las políticas positivas que exhibe el modelo, este sí revolucionario, de Pekín.
Si se aparcan las prácticas en DD.HH. y de protección del ambiente (el gigante asiático y EE.UU. son dos de los mayores emisores de partículas contaminantes del planeta), y de préstamos atados a contratos, China da ejemplo en otras áreas. Vale la pena mencionar uno, que vendría bien seguir a los países de la región.
La nación más poblada del orbe tiene una suerte de escuela de formación de líderes. Así, Xi Jinping cursó estudios en la selecta Universidad Tsinghua de Pekín, donde también se educó Hu Jintao, su predecesor.
En la segunda economía más grande del mundo, se ve impensable que regulares poetas o un arquitecto, inexpertos en asuntos castrenses, estuviesen a cargo de la Cartera de Defensa. En China, esta se halla bajo las riendas de Chang Wanquan, un general del Ejército Popular de Liberación, que anteriormente fue Director del Departamento General de Equipamiento del Ejército.
En la Cancillería china, tampoco hay espacio para la falta de experiencia y la novelería. A la cabeza estuvo hasta el 2013 Yang Jiechi, reconocido diplomático de carrera. Él estudió en la Universidad de Lenguas Extranjeras en Shanghái, en la Universidad de Bath, Inglaterra, y en la Escuela de Economía de Londres. Ahora se halla bajo el mando de Wang Yi, quien se preparó en la Universidad de Estudios Internacionales de Pekín. Además, fue becario en el Instituto de Relaciones Exteriores de la Universidad de Georgetown (EE.UU.).
De la reconocida sabiduría china, sale en limpio que nunca resulta nada bueno de la improvisación en puestos claves y de la inexperiencia. Pero casos así abundan en la región.