Democracia en riesgo

Por Mario Osava

La democracia vive un ciclo de descenso mundial, tras algunas décadas de auge, en que superó las dictaduras en el sur de Europa y en América Latina y avanzó en Asia. A la larga puede estar condenada a desaparecer en su forma actual.

Pero Brasil no es un ejemplo de las amenazas a ese sistema político, pese al trauma de la destitución de Dilma Rousseff el 31 de agosto, tildada de “golpe de Estado” por los defensores de la ahora expresidenta, según el sociólogo Elimar do Nascimento, profesor de la Universidad de Brasilia. “No hubo golpe, ni la democracia está bajo riesgo a corto plazo en Brasil, gracias a la actitud de la población y los militares”, lo que sí hay son presiones a favor de una reforma que limite la proliferación de partidos y mejore la representación.

La destitución de Rousseff por un mecanismo constitucional “reflejó claramente su incapacidad de gobernar la sociedad brasileña en un mundo globalizado, de múltiples intereses corporativistas que se apropian del Estado”, deficiencia común a la izquierda latinoamericana, opinó el investigador.

“El debilitamiento de la izquierda” es un síntoma de esa época en que grandes grupos económicos conquistan creciente poder político, en desmedro del “espacio público” en los gobiernos y organismos internacionales, acentuando desigualdades que amenazan la sobrevivencia de la democracia, señaló.

Otro factor de riesgo es el “incremento del terrorismo que solo se enfrenta fortaleciendo aparatos de seguridad, de control y prohibiciones. Sin las utopías, los jóvenes son atraídos por actos radicales y el terrorista solitario extiende su acción al espacio global”, acotó.

Pero es en la crisis ambiental del planeta como verdugo de la democracia que Nascimento, director del Centro de Desarrollo Sustentable da la Universidad de Brasilia, concentra sus más recientes reflexiones.

Los gobiernos actúan en el ámbito nacional y a corto plazo, dentro de mandatos de cuatro a seis años, insuficientes para medidas eficientes en cuestiones ecológicas, que demandan décadas y acciones globales.

“Con el cambio climático, esa crisis tiende a agravarse rápidamente y acabará por exigir medidas autoritarias, incluso porque en sistemas complejos como el clima la falla en algunos requerimientos puede acelerar el colapso”, explicó. Entre libertad y sobrevivencia no habrá elección, arguyó.

Nascimento forma parte del Instituto Internacional de Investigación Política de Civilización, con sede en Francia y dedicado al debate de desafíos de la humanidad.

En su evaluación, “los indicios de retroceso en la vigencia democrática actual recuerdan las vísperas de las guerras mundiales”. Luego de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) hubo un ciclo de expansión, como había ocurrido en el siglo XIX en Europa y América del Norte.

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