Democracia defectuosa

Orlando J. Ferreres
La Nación, Argentina, GDA
Existen países que, pese a ser democráticos, están controlados por pequeños grupos que respetan muy poco al Poder Judicial o al Congreso.Muy a menudo dan órdenes a sus congresales para que voten las leyes que ellos les envían desde el Ejecutivo y deben votarlas “sin cambiar una coma”.

Utilizan también otras formas de autoritarismo para gobernar, como por ejemplo emitiendo decretos, de manera que el poder queda restringido a poquísimas personas y no se toman en consideración las ideas de los demás, especialmente si son opositores, e incluso estos son considerados en muchos casos como enemigos. No hay lugar para un balance de poderes, típico de la democracia liberal.

Francis Fukuyama, en ‘The End of History’, dijo en su momento que estábamos viviendo no el fin de la Guerra Fría sino el fin de la Historia, pues el mundo estaba abandonando las ideologías y en todos los países se estaba adoptando el sistema de la democracia liberal occidental. Fue un pensamiento optimista, pero era cierto que la mayoría de los países fue adoptando elecciones democráticas.

En ‘The Rise of Illiberal Democracy’, de Fareed Zakaria, se trata este tema con preocupación, pues confirma que “está aumentando en el mundo el número de países que tienen democracia, pero la democracia liberal, con separación de poderes, no crece, retrocede”. Lo que más aumenta es la “Illiberal Democracy”, una democracia en la que el poder es autoritario, o sea, esa democracia se transforma en una “democracia borrosa”, distorsionada, que destruye el proyecto común de un país, al que se llega por medio de la discusión, que es la que permite lograr paulatinos consensos.

El proceso democrático es lento, aburrido y requiere mucha humildad, pero es un camino seguro y no hay mejor sistema político que el de la democracia liberal.

Democracia significa un sistema político en el que se eligen las autoridades del país o una región por medio de elecciones libres y sin fraude. Esta es una característica necesaria, y llamamos democráticos a todos los países que tienen elecciones libres.

La democracia también se caracteriza por el cumplimiento de las normas establecidas en la Constitución, por la separación de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, por la protección de la libertad de prensa, de asamblea, de religión y de propiedad.
Sin todo esto no hay democracia verdadera, solo queda el nombre, especialmente en aquellos países en los que se vota y después todo es manejado por unos pocos, “en nombre del pueblo que nos votó”, siguiendo la descripción de Zakaria.

Recordemos que la Argentina tenía un tamaño económico más grande que Brasil hasta 1952 y fue la octava potencia del mundo al cumplir los primeros 100 años de vida. También hemos destruido nuestra economía, y hemos generado pobreza y desempleo. Recuperar nuestro país es posible. Deseo que recuperemos el camino correcto después de nuestra larga marcha hacia la decadencia.

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