¿¡Ayúdennos… nos están matando! Es el grito escrito en una bandera de Nicaragua, cuya foto circula en las redes sociales. Son las voces de la resistencia en ese hermano país centroamericano.
Y es que, ya son más de 400 asesinados en los últimos 3 meses, la gran mayoría jóvenes nicaragüenses, a manos de las hordas para-policiales de un nuevo carnicero de su pueblo, Daniel Ortega Saavedra, presidente de Nicaragua y comandante de la Revolución Sandinista, que hace 39 años, el 19 de julio de 1979, desplazó del poder a otro carnicero y fiel a los EE.UU., Anastasio Somoza. Pero no solo esas voces se escuchan. También las de ex luchadores del viejo sandinismo que denuncian la masacre. El cantor de la Revolución, Carlos Mejía Godoy escribe a Daniel Ortega: “Sé que esto es muy crudo y expresarlo pone en peligro mi vida…Está muy fresca en mi memoria tu rostro en la tv, hablando con el cinismo más ramplón, mientras en ese mismo momento dabas la orden macabra de asesinar, el 30 de mayo a los participantes de la marcha de las madres y anteayer a los muchachos de la UNAN… Daniel, detené ya este genocidio…
En nombre de ese Dios, con quien te llenás la boca y el alma. En nombre de ese Dios, que está viendo este holocasusto, dejá de matar. ¡Ya, Daniel. ”
Gioconda Belli, célebre poeta y novelista nicaragüense, dice este 16 de julio: “Qué terrible pensar en aquel 19 de Julio, hace 39 años donde pensamos que para siempre habíamos abolido la tiranía en Nicaragua. Jamás habría pensado que otra vez tendría esta sensación de estar en manos de un poder capaz de aplastar a su pueblo y para colmo, cobijados con esa bandera rojinegra por la que tanta gente buena y que quise, murió..”
Pero el poder a través del medio “La voz del Sandinismo”, este 19 de julio, transcribía la palabra de la esposa de Ortega y vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, ufanándose de la represión, en términos cuasi religiosos: “Vamos por más victorias de la mano de Dios”…“en amor cristiano y al prójimo; en socialismo y solidaridad; enrumbados hacia las muchas nuevas victorias que Dios tiene programados para los nicaragüenses”…“Proclamamos nuestra victoria y el avance sobre esa fuerza tenebrosa, diabólica, terrorista y criminal que durante tres meses secuestró la paz de Nicaragua…
Hace 39 años el titular de un medio izquierdista decía: “El día que cambió Nicaragua para siempre”. Pero el tiempo demuestra que la historia puede avanzar, y también retroceder. Que la palabra “siempre” es relativa. Que los carniceros del pueblo pueden ser de derechas o de izquierdas. Que los fanáticos y corruptos pueden estar a cualquier lado del espectro político. Esa enseñanza nos dejaron en América Latina, los Pinochet, Somoza y otros, del un lado, y nos dejan los gobiernos del “Socialismo del S. XXI”, del otro.