La apertura de los cupos escolares que el Régimen ofreció organizar en sitios cercanos al lugar de vivienda de los educandos dejó un problema de 28 000 cupos insatisfechos. De un total de 213 000 matrículas hay reclamos por asignaciones muy lejanas o por la calidad de los centros educativos, según se recogió en distintos medios de prensa, radio y televisión.
El desconcierto primó en las unidades y el envío de los angustiados padres de familia con rumbo a la Dirección Provincial de Educación, en el caso de Pichincha, solamente agravó el problema. El colapso del sistema informático, la impotencia de los servidores ante las demandas del público y el intento infructuoso de resolver la falta de cupos y la reasignación fue la tónica de la jornada del lunes.
En el Ministerio de Educación el propio titular de la Cartera dio la cara, afrontó el problema y ofreció soluciones.
Algún padre de familia no daba crédito a la oferta de solución en los próximos cuatro días, cuando en dos meses de estructuración de mapas y cupos, las dificultades no pudieron ser solventadas. El ministro Augusto Espinosa reaccionó ante las silbatinas y pidió a los padres que aprendan a escuchar, al tiempo que responsabilizó a los medios -en la tónica oficial acostumbrada- de mostrar los casos problemáticos. Una tarea por otra parte siempre útil para ayudar a ubicar los puntos críticos y superar los problemas.