Cuidado, no jueguen con fuego

Los cambios son fundamentales en una sociedad en desarrollo. Es innegable que mucho se ha avanzado en obra pública, pero hay que tener cuidado en qué campos y de qué manera se lo hace. Existen temas extremadamente complejos que no se puede tratar de imponer, como se ha hecho con la gran mayoría de sectores de la vida del país.

La seguridad interna y externa y la defensa nacional, temas muy sensibles, no pueden manejarse sin rigurosidad, la información requerida y la opinión de los involucrados. No puede haber desconocimiento y peor cuando son bien claras las normas constitucionales aprobadas en la actual administración en la Asamblea Constituyente de Montecristi y que están vigentes desde el 2008.

El art. 158 de la Constitución dispone que las FF.AA. y la Policía Nacional son instituciones de protección de los derechos, libertades y garantías de los ciudadanos. Las FF.AA. tienen como misión fundamental la defensa de la soberanía y la integridad territorial. La protección interna y el mantenimiento del orden público son funciones privativas del Estado y responsabilidad de la Policía Nacional.

El anuncio oficial del proyecto del Código Orgánico de Entidades de Seguridad Ciudadana que crearía entidades complementarias de seguridad iría en contra de la norma constitucional descrita y además trastocaría las tareas asignadas a estas dos respetables instituciones. Más aún cuando, por testimonio de la autoridad, no les habían participado y pedido observaciones a quienes están inmersos y laboran en estas tareas.

Por ello la invocación correcta de no hacer juicios de valor hasta no contar con la propuesta oficial, pero sin ella ya se hizo público desde el sector oficial sobre la implicaciones del proyecto. Sin la debida explicación, cómo puede impactar el paso a los propuestos cuerpos ambiental, penitenciario, aduanero? Eso lo mínimo que genera es preocupación, interrogantes y hasta puede ser mal interpretado. Por ello también el llamado formulado a la calma.

FF.AA. es una institución profesional respetable y responsable que necesita la República, que sirve al país, que ha dado páginas brillantes como el triunfo en la guerra del Cenepa (1995). Es muy diferente a la de Venezuela, que está politizada con el proyecto del Gobierno de turno (patria, socialismo o muerte). En el Ecuador es otra cosa. Se deben a la nación y por ello se denominan generales de la República. Como toda institución, necesita ajustes, pero también tiene necesidades.

Lo grave es que se tenga que recurrir a las redes sociales y al YouTube para emitir un pronunciamiento cuando esto debiera ser procesado oficialmente y escuchado por los órganos regulares al más alto nivel. Cerrar los espacios y el diálogo para debatir grandes temas como este puede resultar contraproducente a la necesaria estabilidad institucional.

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