En la escuela y en el colegio enseñaron, entre los primeros cálculos aritméticos, las cuatro operaciones: suma, resta, multiplicación y división.
No sería por culpa de la educación impartida que numerosos políticos del Ecuador, las cuatro operaciones las hayan reducido a tres: resta, multiplicación y, sobre todo, división. La suma es ajena.Los efectos de esta conducta cívica no son positivos, sino más bien negativos para el país.
Desde el 25 de julio de 1925 hasta el advenimiento del Sr. Galo Plaza, quien pudo cumplir su período de cuatro años, por el poder pasaron 28 presidentes en el lapso de 23 años (s.e.ú.o.).
Por esfuerzos que pudieran haber hecho para que el país progrese por acción del gobierno, muchos no tendrían tiempo ni siquiera de planificar, menos aún de construir obra material.
Recordemos: en la Revolución Juliana hubo un gobierno de siete presidentes: Sr. Luis Napoleón Dillon, Dr. José Rafael Bustamante, Sr. Francisco Arízaga Luque, Sr. Modesto Larrea Jijón, Gral. Francisco Gómez de la Torre, señores Francisco Boloña y Pedro Pablo Garaicoa.
Finalizado este “Gobierno provisional” advino al poder el Dr. Isidro Ayora Cueva. A continuación, el Crnl. Luis Larrea Alba; el Dr. Alfredo Baquerizo Moreno, en interinazgo. Debido a la descalificación del presidente elegido en voto popular, Sr. Neptalí Bonifaz, se produjo una reacción en Quito con cruce de armas y proyectiles durante cuatro días y con un saldo de muertos, al parecer superior a un mil.
Como encargado del poder actuó el Ing. Carlos Freile quien debió afrontar esa guerra en un hotel, por imposibilidad de llegar al Palacio.
A continuación llegaron el Dr. Alberto Guerrero Martínez, el Sr. Juan de Dios Martínez Mera, en la época en que apareció en la política el Dr. José María Velasco Ibarra.
Un breve paso fue el del presidente Abelardo Montalvo. El Dr. Velasco Ibarra ascendió al poder pero estuvo poco tiempo debido a que -como él dijo-: “Me precipité sobre las bayonetas”.
A continuación ocuparon el poder el Dr. Antonio Pons, el Ing. Federico Páez, el Gral. Alberto Enríquez Gallo, el Dr. Manuel María Borrero González, el Dr. Aurelio Mosquera Narváez. Estamos ya en el año 1939.
Prosiguen el Dr. Carlos Arroyo del Río, el Dr. Andrés F. Córdova Nieto, el Dr. Julio Enrique Moreno. El Dr. Arroyo no pudo cumplir su período porque el 28 de mayo de 1944 se produjo una revolución cuyos principales dirigentes trajeron desde Buenos Aires al Dr. José María Velasco Ibarra para que ocupe Carondelet. Siguieron: el Crnl. Carlos Mancheno Cajas; el Dr. Mariano Suárez Veintimilla, el Sr. Carlos Julio Arosemena Tola, en 1948. Y llegamos al Sr. Galo Plaza.
Ante tal dispersión, para no cometer error en la mención de la Historia cívica ecuatoriana, sería necesario disponer de una máquina de sumar, no de dividir ni multiplicar.
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