En las actuales circunstancias, poner en papel graves denuncias sobre la marcha de una institución pública estratégica con el afán de solucionar sus problemas, revela no solo una actitud de compromiso con el país, sino de desesperación, indignación y gran valentía por el riesgo que se corre.
Se comparte, luego de la comprobación de su fidelidad, fragmentos de dos cartas que circulan y denuncian una mayúscula crisis institucional del Instituto de Altos Estudios Nacionales, IAEN, universidad de posgrado del Estado, protagonista de la revolución.
El memorando de renuncia (IAEN-DEC-EGAP-13-0913) del 30 de agosto del 2013 suscrito por doctora Gina Chávez, decana de la Escuela de Gobierno dirigido al ciudadano español, doctor Carlos Prieto del Campo, rector del IAEN, dice: “Gestión rectoral cerrada, incoherente, irrespetuosa y aislada de todos los procesos académicos de la universidad.”… “injusticia salarial… ilegal, ilegítimo y abusivo uso de fondos públicos. Me refiero a los contratos en calidad de docentes a españoles (con remuneraciones de USD 6 121) y a ecuatorianos (con remuneraciones de 2 112 y 2 415), sin que cumplan con los requisitos de la LOES, como título de cuarto nivel o experiencia en docencia e investigación y con el agravante de que ninguno de ellos trabaja o coordina con alguna de las escuelas o áreas académicas”.
Ot ra carta del 5 de septiembre del 2013 suscrita por decanos, docentes, administrativos y trabajadores al Consejo Académico del IAEN: “Desde el mes de junio, el rectorado ha prescindido del cogobierno, ignorando al Consejo Académico del IAEN así como también a los directores departamentales que conocen de los procesos y el manejo… han sido reemplazados por siete asesores y ocho técnicos que incumplen las actividades para las que fueron contratados y que actualmente manejan al IAEN de forma arbitraria creando una parainstitución”… “Se ha desnaturalizado el objetivo del Proyecto Prometeo…, prometeos se han dedicado… a acciones administrativas”… “prácticas constantes del personal dependiente del Rector, los maltratos, gritos y amenazas contra el personal”.
“Lo mencionado -continúa la carta firmada por 72 personas- lleva a una situación de malestar total, caos, desconcierto en el personal del Instituto… renuncias, unas voluntarias y otras impuestas… fuga de talentos, en especial de docentes PhD, la falta de oferta académica y, por ende, el bajo número de estudiantes que derivaría en un descenso de categoría por parte del CEAACES”.
Fuertes denuncias que demandan respuestas urgentes de parte del Ministerio de Talento, Senescyt y de la Contraloría. Debe instaurarse el Debido Proceso para escuchar a las partes y tomar las resoluciones que saquen al IAEN de la crisis.
En fin, caso emblemático que permitirá observar la marcha de la reforma universitaria.