Esa es la pregunta que muchos comienzan a hacerse no solo en el Ecuador, sino en la mayor parte de los países de América Latina. Si antes las cifras negativas de crecimiento, desaceleración o estancamiento fueron parte del panorama económico de Europa, la crisis comienza a manifestarse en varios países de la región, especialmente en aquellos cuya dependencia de la exportación de materias primas es mayor.
El fin del “superciclo de las materias primas” ha terminado y, con ello, la falsa ilusión de progreso. De acuerdo a recientes cifras de la Cepal, América Latina crecerá en el 2015 al -0,3%, estimando para el 2016 una leve recuperación, que bordeará el 0,7%.
Los factores que han contribuido a esta situación son diversos: la debilidad de la demanda interna, el bajo crecimiento del mundo desarrollado, la desaceleración de las economías emergentes, el fortalecimiento del dólar y la creciente volatilidad de los mercados financieros.
Pese a que la región muestra una tendencia general a la desaceleración, las economías están siguiendo dos patrones claramente diferenciados: mayor crisis y ligera contracción.
Entre los países que sufrirán una mayor crisis están aquellos que han dependido en gran de medida de las exportaciones de materias primas (especialmente petróleo y minerales) y han tenido un mayor grado de integración comercial con China. De acuerdo con la Cepal, estos países experimentarán contracciones del -1,3% en el 2015 y del -0,1% en el 2016. En este grupo se incluye el Ecuador.
En los que tendrán una ligera contracción se incluyen los que dependen menos de las exportaciones de bienes de primaros y tienen un mayor grado de integración con los Estados Unidos. Allí están México y varios países centroamericanos. Estos crecerán en el 2015 a una tasa del 2,6% y 2,9% en el 2016.
En este escenario, la pregunta de cajón es cuánto va a durar la crisis que ahora recién comienza a manifestarse pero que en el 2016 será más fuerte. No se sabe. Posiblemente estemos inaugurando un ciclo recesivo que dure por lo menos 3 o 5 años. Sin embargo, todo dependerá no solo del escenario internacional sino lo que se haga internamente en cada uno de los países de la región.
En el caso del Ecuador, el reto no solo está en solucionar los graves de desfinanciamiento del sector público sino que, en medio de una reducción severa de los ingresos provenientes del petróleo, el Gobierno debería impulsar políticas contra cíclicas y, hasta cierto punto, creativas.
En lugar de pensar solamente en medidas de ajuste, debería tomarse en cuenta, cómo estimular al máximo la economía. ¿Qué ha hecho China para mantener su ritmo de crecimiento en un escenario poco alentador? Aumentar el gasto público (inversión, no gasto corriente), ampliar el crédito, estimular la inversión, promover incentivos fiscales, entre otros. A más de ello, el Ecuador debería diversificar los mercados y su oferta exportable.
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