La revelación de que el reciente informe pericial de la Fiscalía Distrital de Guayas coincide con el de una firma consultora estadounidense de que la sentencia contra los directivos del diario El Universo “no fue escrita en el juzgado donde estuvo el juez temporal Juan Paredes, sino que se elaboró en otra computadora con un usuario Chucky Seven…” demuestra que se habría metido la mano en la justicia y el alarmante nivel de corrupción al que se habría descendido en este caso.
Este escándalo es más grave dada la elevada posición de los personajes que estarían inmersos en una u otra forma, por lo que ha trascendido a escala internacional, con grave desmedro para el buen nombre del país, pero, de ninguna manera, debe dar lugar a que se estigmatice a todos los miembros de esa respetable Función del Estado.
El procurador jurídico del rotativo, Joffre Campaña, ha dado a conocer una serie de pruebas que confirmarían este desafuero, entre ellas que Jaime Martínez, ex técnico informático del Consejo de la Judicatura, sostiene que ha descubierto el programa Chuchy Seven en la Tercera Sala Penal, en la que ha sido conjuez Gutemberg Vera, que ahora patrocina al presidente Correa en este juicio. Martínez ya ha sido destituido por el Consejo Transitorio de la Judicatura, al igual que la Presidenta de la Corte de Guayas que calificó a Paredes de “juez golondrina”´.
El abogado Campaña demandó, ante el Fiscal Distrital de Guayas, al juez temporal “por prevaricato y falsedad ideológica”, ya que, según afirma, existen elementos más que suficientes que demuestran que él no habría redactado la sentencia mediante la cual condena a tres años de prisión a tres directivos y al ex editor de opinión de El Universo y al pago de la descomunal indemnización de 40 millones de dólares al economista Rafael Correa, por supuesto daño moral y que, por tanto no tiene valor, mejor dicho no existe sentencia.
El asambleísta César Montúfar denunció que existen indicios de que habría sido redactada por el abogado defensor del Presidente de la República. En respuesta recibió, en vez de argumentos valederos de descargo, un torrente de denuestos, que más bien hacen daño a su autor.
En estos días festivos es oportuna la reflexión y el anhelo de que el espíritu navideño de paz, amor, respeto y unidad perdure por siempre, en especial los sábados…, y que, así mismo, para recuperar el prestigio de la estropeada Función Judicial, se investiguen en forma transparente e imparcial tan graves denuncias, que se hagan las rectificaciones correspondientes y se apliquen sanciones ejemplarizadoras a los culpables de los reprochables procedimientos denunciados. En caso contrario, ahora que está en boga la patentización, se tendría que patentar también el apotegma “La corrupción avanza”…