Cooperación judicial

El Comité Jurídico Interamericano, uno de los órganos principales de la OEA, sirve de cuerpo consultivo de la Organización en asuntos jurídicos; promueve el desarrollo progresivo y la codificación del derecho internacional; y, estudia los problemas jurídicos referentes a la integración de los países en desarrollo del Continente y la posibilidad de uniformar sus legislaciones en cuanto parezca conveniente, según el artículo 99 de la Carta. Ha realizado una importante labor en el ámbito de sus competencias.

En su período de sesiones de marzo último, el Comité produjo un documento denso y provechoso sobre la cooperación judicial internacional, indispensable en un mundo globalizado e interdependiente como el actual, que estimula la libre circulación de bienes y personas, impulsa los procesos de integración, incrementa las relaciones comerciales entre particulares de varios Estados a través de los medios de comunicación internacional, etc… Pero todo ello genera efectos jurídicos y a veces conflictos que demandan la acción de dicha cooperación, para garantizar una adecuada seguridad jurídica a tales procesos y la debida protección a los derechos e intereses de las personas. En el documento se advierte que esta práctica viene de antaño y que ha progresado en tiempos recientes, sobre todo por los avances de la tecnología contemporánea. Actualmente, se sustenta en dos principios aceptados por la comunidad internacional: el principio de la igualdad jurídica de los sistemas legales de los Estados y el principio de buena fe de los actos administrativos y judiciales de los Estados.

En materia penal, bien se conoce que la sociedad está acosada por varios flagelos crecientes y peligrosos, tales como: el narcotráfico, el crimen organizado, el lavado de activos, la corrupción, el terrorismo, los delitos de lesa humanidad, el tráfico de armas, el tráfico y trata de personas. Estos actos delictivos tienen rango transnacional y no respetan fronteras: se impone, por tanto, la necesidad de un sistema de asistencia recíproca en materia jurídica para combatirlos con visos de eficacia. Ahora se ocupan de este problema: la Conferencia de La Haya de Derecho Internacional Privado; la OEA; el Consejo de Europa; la Red Iberoamericana de Cooperación Judicial. Se trata de centros especializados al servicio de la comunidad internacional .

Importa destacar los esfuerzos de la OEA en este campo.

Desde el año 2000 ha impulsado la Red Hemisférica de Intercambio de Información para la Asistencia Mutua en Materia Penal y Extradición, complementada con la Red de Asistencia en Derecho de Familia y Niñez.

Existe, pues, un sistema hemisférico de cooperación judicial. La labor que despliegue en este ámbito el Comité Jurídico Interamericano será, sin duda, un aporte institucional positivo y necesario.

Los complejos retos que confronta la sociedad internacional demandan empeños solidarios y mecanismos dinámicos y eficientes en los temas citados a vuelapluma.

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