El 12 de marzo, la Comisión de Soberanía de la Asamblea aprobó el informe que someterá al Plenario, en el que recomienda que el Ecuador se adhiera a la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar (Convemar).
La Comisión, presidida por Fernando Bustamante, contó con el asesoramiento de distinguidos diplomáticos de carrera. En su valioso informe, señala que la Convemar es un “cuerpo jurídico de reglas de aceptación universal que crean y codifican el derecho internacional del mar”, y recuerda que 162 de los 193 estados miembros de la ONU han adoptado la Convención, vigente desde noviembre de 1994. El informe incluye un excelente y sustantivo resumen del origen y desenvolvimiento de la tesis de las 200 millas, que inspiró y dio origen al nuevo derecho del mar. Con acierto, la Comisión acepta el criterio de la Corte Internacional de Justicia que ha reconocido a la Convemar el carácter de derecho consuetudinario, es decir que obliga aún a los Estados que no la hubieren aceptado, sin que estos puedan alegarla en defensa de sus intereses y derechos. Las FF.AA. emitieron un informe favorable a la adhesión a la Convemar, por considerar que los derechos ecuatorianos estarán así mejor basados y protegidos.
La Comisión concluye que, además de reafirmar los derechos de soberanía y jurisdicción del Ecuador sobre sus espacios marítimos -aguas interiores, mar territorial, zona económica exclusiva- la adhesión a la Convemar consagrará la validez de las líneas de base desde las que nuestro país mide las jurisdicciones nacionales, tanto en el continente como alrededor del archipiélago de las Galápagos; que nuestra plataforma continental aumentaría en 197.000 kilómetros cuadrados; que el sistema de delimitación mediante el paralelo -regido por los Convenios de 1952 y 1954 y las Notas Diplomáticas de mayo de 2011, en cuanto al Perú, y por el Convenio de 1975, con Colombia- así como el Convenio de 1985, con Costa Rica, tendrían un nuevo y sólido fundamento jurídico universal. Ecuador podría ejercer nuevos derechos sobre el alta mar y los fondos marinos.
Al recomendar que nuestro país adhiera a la Convemar, la Comisión elaboró una “Declaración” que deberá formar parte del instrumento respectivo y que, a pesar de su lenguaje repetitivo e innecesariamente largo, seráútil para despejar algunas dudas de quienes se oponen a la adhesión.
Es justo destacar que, en este caso, la Comisión de Soberanía actuó sin motivaciones partidistas, que los debates fueron serios y profundos y que sus integrantes estuvieron movidos por el deseo de servir al país. Ojalá igual espíritu prevalezca cuando el Plenario conozca el informe. Este podría ser el primer paso hacia la reconciliación nacional, hoy más necesaria que nunca.