Constituciones pioneras

En medio del proceso independentista, una preocupación de los actores de los pronunciamientos autonomistas iniciales fue poner reglas para el funcionamiento de los gobiernos.

 En la declaración de agosto de 1809 ya se establecieron reglas para el funcionamiento de la Junta de Gobierno y sus dignatarios. Tres años más tarde, los quiteños vieron la necesidad de contar con una constitución más estructurada y emitieron los “Artículos del pacto solemne de sociedad y unión de entre las provincias que forman el Estado de Quito”.
Los guayaquileños, por su parte, a partir de su declaración de independencia del 9 de octubre de 1820, adoptaron un “Reglamento”. Luego dictaron otras normas. Así regularon la vigencia de las garantías y el ejercicio del poder. Los cuencanos, por su parte, luego de su declaración de independencia el 3 de noviembre de 1820, adoptaron un “Plan de Gobierno”, que en realidad era una carta política o constitución de lo que ya llamaron “República”. Esas fueron, en un sentido amplio, las constituciones pioneras de lo que hoy es Ecuador.

En 1821 se dictó en Cúcuta la Constitución de la recién nacida República de Colombia, que había sido fundada dos años antes en Angostura. Para entonces ya las ideas independentistas prevalecían en América y la Constitución establecía un gobierno de tipo republicano con separación de poderes y garantías para los derechos individuales. Mantenía algunos requisitos de propiedad e ingresos para ejercer el voto y determinaba que el Presidente y el Congreso deberían ser elegidos indirectamente por un sistema de asambleas electorales. En el Congreso de Cúcuta no hubo mayores discrepancias sobre la adopción del sistema republicano, o respecto de la declaración de la Católica como religión de Estado, pero se dieron intensos debates respecto de si se debía optar por una república federal o unitaria. Al fin se impuso esta última tesis, pero las discrepancias se mantuvieron e incrementaron a lo largo de la corta vida de la República colombiana.

Al formarse Colombia en 1819, el Congreso de Angostura incluyó como sus integrantes a la antigua Capitanía General de Venezuela y a Nueva Granada, que no se habían liberado del todo aún, y a la Audiencia de Quito, todavía controlada por los realistas. Cuando en 1821 se adoptó la Constitución de Cúcuta, no hubo ningún diputado de lo que se llamó el “Distrito del Sur”, es decir de Quito. Solo en 1822, Quito, Azuay y Guayaquil, cada cual en pronunciamiento aparte, se incorporaron a Colombia. Desde entonces la Constitución colombiana rigió en estas tierras, hasta que se disolvió el país en 1830. Sin embargo, las líneas generales de la Constitución colombiana y algunas de las leyes de la disuelta República siguieron vigentes por años, más allá de la fundación del nuevo Estado del Ecuador.

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