El Consejo de Participación Ciudadana

Como uno más, de los llamados pomposamente “Concursos Públicos”, se anunció hace pocos días, mediante páginas completas de la prensa libre, –aunque seriamente vigilada desde el poder- la apertura de uno convocado por el Consejo Nacional Electoral, al que merece ser destacado como sumamente importante y de primer nivel. Se fundamenta en el mandato estipulado en el art. 207 constitucional para elegir a los miembros del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social –CPCCS- en número de siete. Esta creación jurídica fue la que absorbió la capacidad jurídica de elegir: 1. Al Consejo de la Judicatura por seis años; 2. A la Corte Nacional de Justicia por nueve años, 3. Al Contralor; 4. Al Procurador General del Estado; 5. Al Fiscal General; 6. A los 5 miembros del Consejo Nacional Electoral por seis años; 7. Al Tribunal Contencioso Electoral; 8. Al Defensor del Pueblo; y, 9. A los superintendentes de Bancos, de Compañías, de Telecomunicaciones, y de Información y Comunicación por cinco años. ¿Habrán sido conscientes los asambleístas del inmenso poder electivo que estaban entregando a siete personas?

Estas altas dignidades son imprescindibles para el funcionamiento de instituciones públicas en una democracia; fueron nominadas por los congresos en nuestra vida republicana. Ahora, con el mandato del art. 209, son comisiones ciudadanas de selección, las que previo concurso público de oposición y méritos, las que poseen ese inmenso poder selectivo y electivo para proclamar a los vencedores. En consecuencia, el Cpccs nominará a los titulares de las nueve entidades, que siempre lo hacían los congresos, hoy Asamblea. Lo hacen quienes no son fruto de una elección universal y abierta, esto es del voto del pueblo en las urnas. Ya no es la voluntad de nuestro pueblo ejercida por el pluripartidismo, sino por aquel círculo cerrado y concentrado de un Consejo de siete voluntades que piensan uniformemente para consolidar el unipartidismo, y así fortalecer al magnificente poder de quien ejerce la Presidencia de la República en su noveno año, y que se proyecta hacia otra reelección para seguir en el poder desde el año 2017.

Esta nominación concluirá en julio del 2015, en un panorama de silencio popular que avanzará a 30 meses, y con ausencia de eventos electorales, que incluyen también las convocatorias a consultas populares de trascendencia, en medio de una crisis económica evidente por factores del endeudamiento externo, especialmente a China, del precio del petróleo a la mitad de lo presupuestado en USD 79,80, y de propuestas de reforma a la estructura misma del Estado y sus instituciones, calificadas como simples enmiendas por la Corte Constitucional, entidad subordinada al poder absoluto presidencial.

¡Quizá actúen en contra de la continuidad del correísmo, y con ello la existencia del Cpccs, estos factores: 1.- El debilitamiento en Venezuela del actual Gobierno; 2.- El acercamiento de Cuba a los Estados Unidos, previo el respeto a la oposición; y, 3.- La salida de Cristina Kirchner de la Presidencia argentina!.

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