El Cóndor y el Dragón

La visita del presidente chino es la culminación de una década de estrechamiento de las relaciones bilaterales. A su vez, de la reversión de alianzas del Ecuador.

Es la primera visita oficial de un presidente chino al Ecuador. El único presidente de EE.UU. que visitó Ecuador fue Herbert Hoover, en 1928.
Hay varias aristas a la relación con China. El acercamiento a Pekín fue un acierto.

Luego que el presidente Correa declarara la moratoria de la deuda externa en bonos, la segunda moratoria en menos de diez años, el Ecuador quedó marginado de los mercados financieros. El crédito de los organismos multilaterales, restadas las amortizaciones, era modesto. La China se convirtió en nuestro gran prestamista. Sin el apoyo financiero chino, no hubiera sido factible el ambicioso plan de obras públicas, y el país hubiera quedado expuesto a una nueva crisis con el colapso del precio del petróleo.

En el contexto de una poco amigable política hacia la inversión extranjera, ésta vino a cuentagotas de los EE.UU., Europa y Japón, pero en montos importantes desde China, en petróleo y minas. Cosa distinta es que se abusó de la disponibilidad de crédito chino, y que se haya prescindido de concurso para adjudicar las obras con financiamiento. Bien la apertura a China, mal la opacidad.

También juega el aspecto ideológico: Rafael Correa no es partidario de la democracia representativa, sino de su antítesis, gobiernos autoritarios con poco respeto a los derechos humanos. China es paradigma exitoso de estado autoritario.En la vertiente autoritaria se alinean Rusia, Bielorrusia, Irán, y recientemente Filipinas, otrora gran aliado de EE.UU. En todos estos, a diferencia de China, se contempla la libertad de elegir mandatarios.

Con respecto a los EE.UU., el gobierno Correa retiró la autorización para que su aviación ejecute labores antinarcóticos desde el aeropuerto de Manta, declaró persona non grata a una embajadora y expulsó a Usaid.

El acercamiento a Pekín no requería alejamiento de Washington. Brasil también entabló una estrecha relación con China, incluso conforman el bloque BRICS, pero no por ello buscó enervar sus relaciones con EE.UU.

Los EE.UU. es imprescindible para el Ecuador en el aspecto económico; Cuba culpa de sus penurias al embargo comercial. EE.UU. es el mayor mercado potencial para nuestras exportaciones agrícolas y pesqueras. En cambio a China la abastecen sus países vecinos. China es la mayor competencia para las industrias que queremos proteger, como calzado, textiles, lo que complica un acuerdo comercial.

No es para Ecuador insertarse en la pugna entre potencias. Una política externa equilibrada es mantener excelentes relaciones con todos. Aprovechar lo mejor que cada mercado nos puede ofrecer.

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