No todo lo que se está actuando en cuanto a Odebrecht es similar.
En el caso de Alecksey Mosquera, ex ministro de energía, hay formulación de cargos y prisión preventiva, a partir de la existencia de transferencias a cuentas que le son vinculadas por USD 1 millón, que se imputa son relacionadas con el proyecto de Toachi-Pilatón. En la antología de lo ridículo está la declaración del Presidente Correa que pudo haber sido una negociación “entre privados”, como una consultoría de Mosquera, inadmisible cuando Mosquera el año 2007 fue, en calidad de Ministro, uno de los que impulsó el contrato con Odebrecht para esa obra, cuya arranque fue con Correa en enero del 2008, aun cuando su celebración era con la empresa Hidrotoapi en el ámbito del Gobierno Provincial de Pichincha. También Mosquera intervino para el finiquito del contrato que significó una importante ganancia financiera para Odebrecht.
En el caso del tío Rivera y otros, hay formulación de cargos y órdenes de prisión preventiva. La percepción es que no pasan de ser “recaudadores” o “actores de reparto”, de la corrupción, pero no los principales.
El tío Rivera, por tener más de sesenta y cinco años, está en su casa, en prisión domiciliaria, con acceso a teléfono, internet, radio, televisión, puede recibir visitas, o sea está en una especie de jaula de oro con todas las comodidades. Nada que hacer con estar en un centro de detención, en que si lo están los demás del mismo proceso.
¿Qué pruebas hay contra el tío Rivera? Se menciona que se habría beneficiado con un aproximado de USD 13 millones y que por su vinculación con un funcionario público habría recaudado el 1% de todos los contratos con Odebrecht, esto es, una especie de diezmo (del latín decimus), tributo del 10%, que siglos atrás debía entregarse a monarquías o señoríos. En el caso de lo que habría recaudado Rivera, reducido al 1%. ¿Con quién se habría pactado lo del 1%?, ¿Con Lula, cuando éste presionaba arreglar con Odebrecht?, ¿Con ejecutivos de Odebrecht? No se sabe.
Pregunto, usando una expresión del Contralor Pólit –El Telégrafo, marzo 15, 2017- ¿quiénes atrás de bastidores?
Hay un tercer expediente, en que no hay instrucción fiscal, tampoco formulación de cargos, sino una investigación por sospecha de concusión –sin que se conozca que indicios habría para tan grave tacha, que consiste en requerir retribución por actuaciones como funcionario público-. Al efecto, se ordenaron allanamientos a inmuebles del Contralor Pólit, ausente del Ecuador, por “razones de salud” y llamado a juicio político en la Asamblea Nacional al que Pólit no va a concurrir, porque él sabe que si viene al Ecuador, le formularán cargos y ordenarán su prisión preventiva.
¡Qué atrás de este proceso!