¿Por camino propio?

Hay una marcada diferencia en estilo entre el presidente Moreno y su predecesor. Moreno es conciliador. Busca la concertación entre tirios y troyanos. Correa, en cambio, no desperdicia oportunidad para querellarse, sea con un opositor, un diario que no reproduce una opinión que a él le interesa, o a un peatón que hizo gestos ofensivos al paso de su caravana.

La diferencia, ¿Es sólo de estilo? Los opositores a ultranza del régimen insisten que sí. Que Moreno es Correa con una cara amable. Quizá tengan razón, pero hasta que no haya evidencia contundente, nos inclinamos a pensar que hay diferencias de fondo.

El conciliador Moreno no exhibe frontalmente sus discrepancias con Correa. Tiene palabras de admiración y respeto para su predecesor, pero con bajo perfil deja ver sus diferencias:

-A las FF.AA. y Policía, les informa que su seguridad estará en sus manos, y no conformará la guardia pretoriana que Correa constituyó por ley en sus días postreros. Pero tuvo la oportunidad de vetar la ley, y no lo hizo.

-En su posesión resaltó la importancia de la libertad de expresión, aunque su pluralismo aún no se concreta en un proyecto de reformas a la ley mordaza.

-Moreno se comprometió con la banca que el Fisco pagará parte de su deuda con el Banco Central, restaurar la liquidez de las reservas monetarias y cubrir los depósitos de la banca.

-El presidente Correa trajo al griego Varoufakis y lo reunió con Moreno; Varoufakis recomienda que el Banco Central promueva el dinero electrónico como moneda alternativa, paso previo para desdolarizar. Moreno se ha comprometido a defender la dolarización, no introducir una moneda paralela, y transferir el manejo del dinero electrónico a la banca privada.

-El nuevo gobierno institucionaliza la colaboración del sector público y el privado en el diseño de políticas que promuevan la productividad y reformen el marco tributario sin perjudicar la recaudación. Bajo Correa, todas las esporádicas iniciativas de diálogo público-privado tuvieron abrupto fin.

-El Presidente se comprometió a acabar con la corrupción e investigar el caso Odebrecht caiga quien caiga, lo cual ha puesto incómodo al ex presidente. Pero no se han revelado los nombres en la lista de Odebrecht.

Las diferencias están marcadas en las palabras, pero en muchos casos falta concretar.

Si es que Moreno busca desmarcarse del programa que le montó Correa, e imprimirle sello propio a su gestión, enfrenta un obstáculo importante: ¿Cómo hacerlo con un equipo de gobierno compuesto en gran medida por piezas fundamentales del gobierno anterior?

O sigue con el equipo armado junto con Correa, y se ciñe al guión que le fue entregado, o conforma su propio equipo sin lealtades divididas y traza su propio rumbo.

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