Relanzamiento

A principios de mes el Presidente anunció el relanzamiento de la política industrial; siempre la hemos tenido y ahora está fortalecida con la inversión en infraestructura, enfatizó.

Así es: Construir infraestructura (eléctrica, telecomunicaciones, carreteras, puertos), directamente o permitiendo la inversión privada, es una de las más importantes tareas de un gobierno en materia económica. El problema es que cada cierto tiempo las autoridades revelan una estrategia en base a un estudio internacional, y a poco la reemplazan con otra: no ha habido un direccionamiento consistente que canalice la inversión industrial.

En mayo de 2015 dedicamos una columna a la estrategia que Bain Capital diseñó por pedido del gobierno. Bain destacó los sectores a los que hay que impulsar: son aquellos en que el Ecuador ya tiene presencia.

La estrategia tenía lógica, siendo la mayor crítica a Bain que a sus expertos les costaba despegarse de sus suites en un lujoso hotel de la ciudad para visitar industrias, hablar con los industriales y palpar nuestra realidad.

Ahora, el presidente ratifica que la política a seguir es la sustitución de importaciones, y critica la dolarización, que sostiene, primariza la industria. Nueva estrategia en el décimo año del gobierno.

El informe Bain va a parar al cajón donde se encuentran las propuestas de la coreana KSP y del BID en conjunto con Harvard, que partían de conceptos similares a los de Bain.

Pero la sustitución no iría por el lado de bienes terminados, sino de materias primas: petroquímica, pulpa y papel, astilleros, siderurgia, aluminio, cobre. Los mismos proyectos planteados desde los inicios de este gobierno y que hasta ahora tienen vida sólo en powerpoint.

Al respecto, dos puntualizaciones:

-Estos proyectos deben ser privados. Que la nueva infraestructura, sobre todo la eléctrica, torne atractivo para que una empresa multinacional escoja al país como punto de producción para la región. Que el Estado otorgue los beneficios previstos en la ley APP, pero que no garantice rentabilidad. Peor, que invierta: no faltarán las propuestas para entregarle al Estado la planta llave en mano con financiamiento de algún Eximbank, elevando la deuda externa.

Lo otro, que esta estrategia relega la manufactura de bienes terminados para exportación o mercado interno, incluyendo la agroindustria y pesca. Esas son las actividades que emprenden los inversionistas nacionales y extranjeros. Crean mucho más empleo por dólar invertido, son las que hoy generan divisas las unas, las ahorran las otras, y que pueden, con reglas claras, crecer y recuperar la economía en un corto plazo. Lo destacan Bain, KSP y BID-Harvard.

Una política industrial para inversionistas nacionales es tarea para el próximo gobierno.

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