Formalmente existe dolarización en los países que decretaron como su moneda al dólar de los Estados Unidos de América. De lo que conozco, los países que explícitamente lo han decidido, manteniéndolo, a más de Estados Unidos, las Islas Marshall, los Estados Federados de Micronesia, Palau y Timor Oriental, son Ecuador, en enero 9 del 2000, y El Salvador, desde enero 1 del 2001.
El Ecuador tuvo su moneda, el Sucre, hasta enero 9 del 2000. Cuando Jamil Mahuad se posesionó el 10 de agosto de 1998, un dólar en el mercado libre, significaba algo menos de 5.000 sucres. Cerró 1998, con un cambio por encima de 6.500 sucres. Con el desborde de la crisis bancaria, cerró el año 1999, con el cambio cercano a 18.000 sucres y en días trepó a cerca de 21.000 sucres, por eso el cambio inicial, para la dolarización, se fijó en 25.000 sucres el dólar. La dolarización fue insuficiente para salvar a Mahuad, quien fue derrocado el 21 de enero del 2020, por lo que Gustavo Noboa fue el presidente con el que se implementó su normativa.
Panamá tiene su denominación monetaria, Balboa, de paridad un dólar, para precios y transacciones al interior del país, pero no emisión de billetes. Los que circulan son los dólares de los Estados Unidos de América.
En otros países, hay segmentos de negocios que se ajustan en dólares –y no en moneda nacional, por sus elevados niveles de inflación y devaluación-. Aun en Cuba y en Venezuela, con riesgos y modalidades, hay precios y precios. En Venezuela, cerca del 40% de los negocios se cierran en dólares, mientras la gran mayoría de la población vive en extrema pobreza.
Otros países, tomaron el nombre de “dólar”, para su propia moneda. Entre éstos, Zimbabue, con el “dólar zimbabuense” –año 1980- que debía mantener paridad con el dólar de los Estados Unidos, pero eso no se dio. Con la inflación fuera de control, el 12 de abril del 2009, tomó a este último como moneda suya. Sin embargo, en junio del 2019, el gobierno de Zimbabue decidió su desdolarización, creando el “bono zimbabuense”, como medio de pago de las cuentas públicas.
La dolarización es un freno para el gasto. Correa tuvo claro que la gran mayoría del pueblo ecuatoriano quería seguir en dolarización, Por lo menos en dos ocasiones anunció la posibilidad de crear en el Ecuador el “dólar electrónico”, bajo normas del Gobierno, para pagar las obligaciones del sector público, pero no se atrevió a hacerlo. En la campaña para el 2021, dos candidatos están asumiendo similar tesis, ¿con qué respaldo se emitiría el dólar electrónico?, ¿seguiremos el ejemplo de Zimbabue para la desdolarización?. ¿Llegaremos al dólar electrónico del gobierno en lo interno?, ¿cuál sería su cambio real frente al de Estados Unidos?, ¿qué quiere, lector?