Los resultados de las elecciones presidenciales en Argentina, así como las locales de Colombia, están dando mucho de qué hablar. En ambos casos, a los candidatos de izquierda les fue mal. Daniel Scioli, del partido de gobierno, no pudo ganar en primera vuelta como se esperaba, abriéndose la posibilidad de que el candidato de centro derecha, Mauricio Macri, se haga de la presidencia este 22 de noviembre.
En Colombia, la alcaldía de Bogotá, uno de los bastiones de la izquierda, fue arrebatada por el candidato de derecha Enrique Peñaloza. Si esta tendencia sigue así, es muy posible que en las elecciones legislativas de diciembre en Venezuela y las elecciones presidenciales del 2017 en Ecuador sean adversas para los candidatos de izquierda.
¿Estamos acaso ante un cambio de ciclo en la política latinoamericana? ¿La izquierda entró en crisis en América Latina?
Aunque varios analistas en la región se han adelantado a confirmar esta tendencia, considero que es prematuro hacer una afirmación así. Los resultados de las últimas elecciones en Uruguay desvirtuarían este cambio de péndulo.
Si se toma en cuenta que la izquierda en América Latina ha tenido dos grandes tendencias (una socialdemócrata, representada por los gobiernos de Lula Da Silva y Dilma Rousseff en Brasil, Ricardo Lagos y Michelle Bachelet en Chile, Tabaré Vásquez y José Mujica en Uruguay, así como otra populista, representada por los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro en Venezuela, Néstor Kirchner y Cristina Fernández en Argentina, Evo Morales en Bolivia, Rafael Correa en Ecuador y Daniel Ortega en Nicaragua), podría afirmarse que, a la luz de los recientes resultados en la Argentina, es la “izquierda populista” o “radical” la que entró en crisis.
No obstante, esta conclusión también es contradictoria. ¿Por qué? Porque el nivel de aceptación de Evo Morales es importante en Bolivia. No está en la misma situación de Maduro, Fernández de Kirchner o Correa. La hipótesis que sostengo es que la crisis de la izquierda depende directamente de la capacidad de gestión de sus gobernantes. Este factor seria el que explicaría el éxito de Morales en Bolivia o Mujica en Uruguay y el retroceso de Rousseff en Brasil o Machelet en Chile. De igual modo, esta variable explica lo sucedido en la alcaldía de Bogotá.
A esto se añade el tema del petróleo y el alto precios de las materias primas. Esto, a su tiempo, dio la impresión que los países gobernados por la izquierda eran exitosos. Sin embargo, los altos ingresos obtenidos por países como Ecuador, Venezuela, Brasil o Argentina escondieron el mal manejo de la economía, la cual consistió en mantener subsidios millonarios no solo a las clases más pobres sino incluso a sectores empresariales. Por esta razón, la crisis económica que se viene en la región nos permitirá ver qué gobiernos de izquierda se mantienen en el poder.
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