Con el presente son tres artículos de mi autoría del mismo título. Calificarme de reiterativo sería injusto en el entendimiento de que es en el campo de la salud pública en el que se hallan, como en ningún otro, las claves que explican el subdesarrollo empantanado en el que van hundiéndose los pueblos que comparten similares desventuras. El que no hayamos llegado a convencernos que el Ministerio de Salud Pública (MSP) está llamado por sobre todo a prevenir las enfermedades y no a construir hospitales es algo que ocurre en Nigeria y Ecuador, por ejemplo, y porque los dos entre otras similitudes son países petroleros y sus políticos han sido tachados de corruptos.
A mediados del siglo pasado tan solo dos países latinoamericanos contaban con sal yodada para consumo humano: Guatemala y Colombia, pese a que desde los años veinte ya se sabía que en Suiza con la sal yodada se había logrado prevenir el bocio endémico y el cretinismo endémico, los dos desórdenes por deficiencia de yodo (DDY), identificados hasta entonces.
Son investigadores latinoamericanos los que se empeñan a fondo en estudiar los efectos de la deficiencia de yodo en las comunidades rurales de sus países. A los ecuatorianos nos corresponde el mérito de haber utilizado el aceite yodado de depósito, como método alternativo en países andinos, africanos y asiáticos que por mil razones o no contaban con sal yodada o dadas las enormes distancias no llegaba a la Sierra Central de la R.P. China, por ejemplo. Fueron también ecuatorianos quienes describieron por primera vez el Retardo Mental Endémico, el cual cubre un espectro que va de la subnormalidad hasta los casos extremos de retardo mental (el cretinismo endémico), y que en las áreas campesinas andinas tenía prevalencias que llegaban a las dos terceras partes de la población. Eran las poblaciones en las que a la deficiencia de yodo se sumaba la malnutrición y los efectos se potenciaban. Sobre este tema un ecuatoriano descubrió los mecanismos biomoleculares que intervenían. ¿Podrá un país salir del pantano del subdesarrollo con una importante masa poblacional que presente el Retardo Mental Endémico? Aunque parezca increíble: una política de Estado, el programa de yodación de la sal, fue objeto de omisiones y arbitrariedades, tanto que el presidente Correa intervino personalmente para corregir las irregularidades que se cometían. Todo bien, hasta que en el MSP se impuso una poderosa asesora en nutrición, imbatible a todo cuestionamiento.
En el Código Orgánico de Salud que está para segundo debate de la Asamblea Nacional, no solo que se derogan decretos que aluden a la yodación de la sal y su control, sino que nada se dice sobre yodación de la sal cuando en el Art. 82 se trata de la fortificación de alimentos. Volver a lo de antes, ¡inadmisible!