Ironía y vergüenza: vicepresidente del Ecuador sin funciones, en la cárcel y sentenciado por asociación ilícita a seis años de prisión; tres ex ministros presos, un ex gerente del Banco Central, un ex director del IESS, el ex contralor, prófugos; un ex ministro de minas investigado y el ex presidente inquieto, descontrolado, que efectúa viajes fugaces desde su ático europeo a nuestro país, con el disfrazado y único objetivo real, de abrazar a su ex vicepresidente y animarle con susurros, para comprometer su silencio, o a Panamá, para unirse a su compañero de denuestos, tachas y objeciones a la OEA (un organismo anacrónico o que responde a los intereses del imperio, según sus insistentes expresiones ) para, con inusitado cinismo y arrogándose una representatividad que ya no poseen y con residual arrogancia, solicitar su intervención, en nuestro país, por una imaginaria violación del orden constitucional.
Su despótico imaginario les impide concienciar que son los conspicuos representantes del peor latrocinio producido en la historia de nuestra Patria: USD 35.695´874,839 (treinta y cinco mil setecientos millones), planificadamente ocultados y blindados con nombres supuestos, en los más recónditos paraísos fiscales, en subterráneos, caletas y en millonarias inversiones con falsos compradores y con artificios legales e institucionales destinados a favorecer la impunidad de aquellos casos que fuesen detectados.
¡Cuánto perjuicio! Incansables peroratas generadoras de odio, desquite y revanchismo orientadas a dividir a la sociedad, a familias y a grupos de amigos! Gigantescos hospitales mal equipados, sin personal suficiente, sofisticados equipos encajonados, camionetas adaptadas como ambulancias, pobre cobertura de agua potable y letrinización, atención primaria de salud en franco retroceso.
Los discursos tediosos, destructores de la paz, amenazantes y castigadores colmaron el ambiente enrarecido por inculcado temor en la década oscurantista. Primó radiante la mediocridad que sin empacho exhibió a un segundo magistrado presuroso por alcanzar un título profesional, mientras ejercía funciones de gobierno, con tesis estructuradas en páginas elementales de educación informática. La primera autoridad de la Asamblea también demostró “excelsa capacidad e inteligencia” al graduarse de licenciada al segundo año de su gestión legislativa. El manejo económico, las negociaciones petroleras, los préstamos internacionales a corto plazo y elevadísimos intereses, constituyeron el retrato de una mediocre administración financiera, cuyos defectos se han convertido en pesada carga de dificultosa recuperación.
La gente honesta y consciente está obligada a eliminar todo vestigio de corrupción, prepotencia y mediocridad y a velar porque esta negra y trágica historia encuentre un eterno final.