Con más prudencia que en ocasiones anteriores, pero con ciertos interrogantes escribo este artículo. ¿Por qué con más cordura? Porque el Código Orgánico Integral Penal creó el delito de Pánico Económico (307), que se comete cuando una persona “publique, difunda o divulgue noticias falsas que causen daño a la economía nacional…”. La sanción consiste en pena privativa de libertad de cinco a siete años. El mismo Código también inauguró el delito de Pánico Financiero (322) que comete quien divulgue noticias falsas que causen alarma en la población. Por ello, y para evitar ser sujeto de investigación por parte de los señores fiscales, me gustaría que se aclaren unos conceptos vertidos en la última sabatina.
El economista Correa dijo que América Latina está cayendo en una guerra de depreciaciones, lo que es peligroso para nuestro país porque no cuenta con moneda nacional, y por ello no tiene cómo responder ante la falta de competitividad de nuestros productos. Sostuvo que contar con una política monetaria es clave para la conducción de la economía nacional y para defenderse ante cambios externos. Es importante la política monetaria, según el Primer Mandatario, sobre todo en esta época en que el precio del petróleo ha caído (pero no dice cuáles serán los ahorros que hará el Gobierno ante esta falta de ingresos). En criterio del Presidente, la apreciación del dólar hace del Ecuador un país menos competitivo en relación con las naciones que tienen su propia moneda, y que pueden “jugar” con devaluaciones. Si bien Ecuador ha diversificado sus exportaciones y los mercados a los que vende sus productos, sigue siendo un país vulnerable, al no poder utilizar una herramienta que otras naciones tienen: política monetaria.
Lo expresado por el Presidente, en mi opinión, no define el futuro económico y financiero de Ecuador. Por ello, pido comedidamente al Presidente de la República que aclare: ¿Por qué menciona este tema sin señalar certeramente las políticas que piensa aplicar en Ecuador? Por favor, economista Correa, díganos la “plena” respecto a dónde llevará al país en un asunto tan importante como la dolarización. No se debe emitir criterios que dejen a la población en el limbo, en algo que afecta de forma directa el futuro de sus habitantes.
Los delitos de Pánicos Económico y Financiero son gravísimos, y los ciudadanos pueden cometerlos, “sin querer”, si la autoridades dan señales contradictorias, preocupantes e inciertas. Hay que evitar que cunda el pánico, ya que decir lo que dijo el Presidente crea un ambiente de inseguridad que no beneficia al país. Presidente un “pite” de sensatez en sus declaraciones, así los ecuatorianos sabremos a qué atenernos.
¡Feliz Navidad, aunque sea atrasado!