Un país que no crece a ritmos adecuados o que decrece es imposible que muestre mejoras en las cifras de empleo. Si una economía registra un crecimiento económico sustentado básicamente en el gasto público, no va tampoco a resolver el problema del desempleo o subempleo o, las mejoras que produzca, no serán sostenibles. El caso ecuatoriano calza en estos comentarios, pues haber aumentado el gasto público en salarios del 4% del PIB el 2006 a casi el 10% del PIB el 2016, sin duda favorece las cifras de empleo, pues la contratación pública durante este gobierno representa alrededor de 3 puntos de la Población Económicamente Activa, PEA. Sin embargo, el rol del Estado no es reducir el desempleo, esa es función del sector privado, el mismo que si ve un entorno adecuado que genere confianza y una legislación moderna, participará contratando trabajadores y colaborando para que el desempleo y el subempleo se reduzcan. Si el gobierno es poco amigable con el sector privado, si el ambiente para el inversionista es incierto y hostil, si la estabilidad tributaria no existe, las opciones para que el sector privado participe activamente contratando trabajadores serán muy bajas.
Con la misma metodología, midiendo de punta a punta entre el año 2000 y el 2006, el desempleo cayó en 1.27 puntos porcentuales, pues pasó de 10.3% de la PEA a 9.03% de la PEA. Desde el 2007 a junio del 2016, el desempleo bajo la nueva metodología crece del 5% de la PEA el 2007 al 5.3% de la PEA el 2016, es decir, 0.3% puntos porcentuales. Al interior de estos 2 períodos, hay obviamente aumentos y disminuciones pero lo de fondo es observar si se pudo o no reducir el desempleo durante cada período de análisis. En relación al subempleo, en los primeros años, desde el 2000 al 2006, este indicador cae 4.9 puntos porcentuales al pasar del 49.9% de la PEA al 45.04 de la PEA. Para el lapso del 2007 a junio del 2016, el subempleo pasa del 50.8% de la PEA al 53.3% de la PEA, esto es, sube 2.5 puntos porcentuales.
Que no me digan que el subempleo a la última fecha es del 16.3%, escondiendo que han abierto nuevas definiciones como “Otro empleo no pleno” y “empleo no remunerado”. Todos estos conceptos suman un subempleo del 53.3% de la PEA.
El Ministro de Relaciones Laborales dijo que durante este gobierno, la PEA ha aumentado y, por lo tanto, este régimen ha generado más empleo. Sería importante que se aclare esta perla, pues el que la PEA suba puede ser únicamente porque la población en edad de trabajar aumenta aunque nadie tenga trabajo, por lo que sostener lo mencionado es impresentable. Obviamente para eso están las tasas de ocupación, desocupación y desempleo, para no emitir esos “análisis”. Lo de fondo, considerando subsidios superiores algunos años equivalentes a 7% del PIB, con gigantesco empleo público, con el 85% de la plata recibida por el país desde el 2000, el gobierno sacó “F” en las cifras de empleo.