Son dos personajes de la época post correísta. Lenín Moreno en la presidencia consolidándose pero sin que le falten las dificultades. Jorge Glas preso y acusado. Un panorama político que se complementa con la Consulta y a la distancia con el ex presidente Rafael que confesó su aspiración de volver a Carondelet en el 2021, si el panorama se presta para un retorno de esa naturaleza. En escena el Ecuador del 2017, que dio y sigue dando sus sorpresas post electorales.
Moreno ocupa un primer puesto interesante, luego de que esperó varios años en Ginebra muy cerca de las Naciones Unidas, con la mente puesta en el Ecuador. El ex presidente Rafael prefería otro postulante pero las encuestas no le daban gusto . Finalmente Lenín llegó al estadio Gonzalo Pozo, ‘Pocito’, del club Aucas y allí fue proclamado candidato. La elección no fue fácil y otro postulante, el banquero Lasso, habla hasta hoy de fraude. Pero el proclamado fue Lenín Voltaire Moreno, quien asumió el mando el 24 de mayo. Él y el reelecto vicepresidente Glas se estrecharon las manos. Pero pronto hubo sorpresas y cuando el 10 de julio el ex presidente Rafael se fue con su familia a Bruselas ya se había declarado el serio enojo con Lenín. Un enojo que llegó a ser rompimiento total. Igual que en el caso de Glas luego de que el Vicepresidente envió una carta que el Presidente calificó de “grosera”.
Lenín comenzó su labor presidencial exaltando el diálogo y saludando con los uniformados y la prensa, sin olvidar a los amigos, ganando popularidad. Va bien en las encuestas pero tiene serios problemas económicos, en buena parte por las deudas, y luego por la situación nacional y las ofertas. Un punto importante de su período es la Consulta Popular en marcha y que culminará en enero o febrero próximos. Los adversarios están dispuestos a jugarse el todo por el todo, pero el sector gubernamental espera lograr los mejores resultados. Las preguntas más atractivas e importantes se refieren al Consejo de Participación Ciudadana y a la reeleción indefinida. Esta última consta en la Constitución, porque fue aprobada como enmienda con el voto de los legisladores gobiernistas-correístas y no mediante un pronunciamiento popular.
A estas alturas la situación del vicepresidente Glas es crítica y no se ve salida. Está preso desde el 2 de octubre en la cárcel 4 de Quito y el jueves el fiscal Carlos Baca Mancheno no dudó en decir que Jorge Glas recibió de la empresa brasileña Odebrecht USD 13,5 millones. Ese dinero se habría pagado a través de Ricardo Rivera, tío del vicepresidente, quien también está preso.
Durante una hora el fiscal general exhibió 28 evidencias en contra del Segundo Mandatario, anotando que ese dinero había sido cancelado en efectivo y en transferencias en el exterior. Tío y sobrino fueron acusados como autores directos del delito de asociación ilícita. ¿Queda alguna duda? ¿Deben continuar presos o qué se puede hacer con ellos?